“Los populistas llegan al poder a través de la
democracia para acabar con la democracia”
Enrique Krauze
En el delirio del sueño de Andrés Manuel López Obrador de lograr la Cuarta Transformación, sin explicar con claridad de qué se trata, así como la unidad latinoamericana, se va perdiendo y repitiendo modelos políticos de aquellos a quienes ha combatido, y está acabando por copiar al PRI, así como a otros gobiernos populistas del continente, consecuencia de la locura de la concentración del poder en un solo hombre, expresada en obras fallidas, en la cruenta inseguridad que se vive, en la sospecha de su cercanía con el narco, en la crisis económica, en la crisis de salud y la educativa, en los presupuestos que se agotan y no alcanzan para lo fundamental pero si para los programas sociales electoreros.
Este domingo 11, Morena tomó la explanada del teatro Morelos, lugar emblemático del priismo mexiquense en donde se rindieron informes de gobernadores del mismo signo, y se organizaron múltiples eventos priistas.
Morena celebró un mitin con la presencia de las tres principales “corcholatas”. Se sintió la presencia de AMLO a pesar de su ausencia: esa era la estrategia en pancartas, menciones, el color guinda y en las formas de repetir a AMLO; sus arengas fueron las clásicas de López Obrador en la voz exaltada de Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López quienes nunca dieron espacio al proyecto del país perdido ni a su “ideología de izquierda”. El populismo clásico de librito que nos aleja de la democracia.
Con el delirante sueño de AMLO y los múltiples distractores que estrena día a día el mago de la comunicación, se va apoderando del país sin más resistencia que la de los intelectuales, los profesionales, los periodistas, y una buena parte de la clase media, a quienes demerita, ataca y persigue.
El deslumbramiento del líder empático que cuenta buenas historias a los mexicanos desde el púlpito mañanero cancela el futuro del México moderno, hace de la comunicación poder y con éste destruye toda idea de civilización.
En 2018, 30 millones de mexicanos le entregaron todo el poder a un solo hombre, a la espera de milagros que no podrá realizar su mesías.
