En este espacio hablaremos de un tema que todavía es mal visto por muchos, poco entendido y difícilmente aceptado: feminismo.
Lo que pasamos las mujeres día con día en una sociedad machista y patriarcal como la mexicana y la mexiquense, nos duele, nos hace sufrir y sobre todo pone nuestra vida en riesgo, y por ello la primera palabra del título de hoy, VIVAS, y seguro habrás escuchado o leído por algún lugar, el “nos queremos vivas”, sobre todo, en las marchas feministas, y es que cada que salimos a la calle en un país donde se dan entre 9 y 11 feminicidios al día, para las mujeres mexiquenses estar vivas día a día es un logro y acá la obligación de ponernos los lentes violeta para cambiar esta realidad.
Con estos lentes podremos ver qué nos falta a las mujeres, qué nos falta para poder vivir libres y sin miedo y sobre todo qué le falta a los hombres, para que juntos construyamos una nueva realidad para todas las personas.
Entre el conservadurismo, la religión y los machos que nos rodean, hoy nuestros derechos están en pugna; en las calles, en los espacios privados, en la legislatura y en los espacios de toma de decisiones de todos los poderes a todos los niveles. La lucha de nuestros derechos de libertad de tránsito a cualquier hora del día y con lo que llevemos puesto, la lucha por nuestra libertad sexual y nuestro derecho a decidir sobre nuestro cuerpo y la lucha por una vida libre de violencia, es cuestionada, poco entendida y puesta a duda todos los días.
Y este tema no es un tema del 8M o el 25N, las mujeres nos queremos vivas, libres y sin miedo todos los días, y para ello como bien lo estableció Gemma Lienas en 2013 es necesario ponernos estas “gafas violetas” y mirar desde el feminismo la realidad que nos rodea, identificar los porqué y los cómo del sentir de las mujeres, con estos lentes podremos aprender a ver que para las mujeres elegir nuestra ropa se vuelve un cuestionamiento todos los días, usar zapatos cómodos para poder salir corriendo, aprender en “donde sí” y en “donde no” es “permitido” usar faldas cortas y que esto no va a poner en riesgo nuestra vida, es cotidianeidad desde nuestra adolescencia.
Lo anterior es solo un ejemplo porque los lentes violeta hay que ponérnoslos todos los días, en todo lo que hacermos, ejercer periodismo, medicina, educación o cualquier oficio o profesión, requiere que aprendamos a ver cómo las mujeres estamos en una situación de desventaja frente a los hombres, que pone en riesgo no solo nuestro desarrollo sino también nuestra vida.
En estos espacios hablaremos de todo lo que implica ser una mujer mexiquense, una mujer que vive diferentes realidades, la de la vida privada y la de la vida pública, pero sobre todo después de lograr identificar nuestras desventajas, propondremos herramientas para que juntas mujeres y hombres podamos construir una nueva realidad, libre de violencia machista y llena de sororidad.
La consigna es, vivir libres y sin miedo, en un estado que también nos pertenece, que no puede desarrollarse sin nuestra participación, y sin que nuestra voz sea tomada en cuenta, que en todos los sectores las mujeres logremos incidir, y hacer que los hombres aprendan a usar los lentes violetas, porque no hay mayor herramienta para combatir la violencia que reeducarnos y aprender que el movimiento feminista solo quiere la libertad de las mujeres, nuestra autonomía y que nuestros derechos dejen de ser cuestionados en nuestra vida pública, pero sobre todo en nuestra vida privada.
Aprendamos que ver con lentes violetas hará que las cosas cambien y que con ellos dejaremos atrás nuestros estigmas, críticas y malos comentarios, sobre un movimiento que ha dejado de ser una ola, para convertirse en un Tsunami.
Un Tsunami que busca garantizar una vida, libre y sin miedo para las niñas y mujeres.