Las últimas semanas, con la exigencia social de agregar los crímenes ácidos como un nuevo tipo penal que han llevado a cabo diferentes mujeres que han padecido ataques con ácido a lo largo del país, nos ha puesto a pensar en la impunidad y la falsa creencia que muchas veces tenemos gracias al punitivismo, llamado algunas veces punitivismo feminista, y ¿por qué esta discusión llega a nosotros y nos pone a reflexionar?
La impunidad no es solo la falta de castigo, sino que también conlleva la falta de investigación, y de procesamiento de los responsables de delitos, lo cual impide a las víctimas saber la verdad sobre los hechos, identificar a los autores, así como obtener una reparación del daño justa, la impunidad ha crecido en país los últimos años cerca de un 4%, lo que coloca al país con un nivel de impunidad de casi 95% en todos los delitos, pero cuando hablamos de delitos cometidos por violencia de género esto no se torna diferente, y no solo en la violencia de alto impacto sino en todas las violencias que sufren las niñas y mujeres, la impunidad sigue mandando.
Sabemos entonces que la política de los últimos años de legislar sobre los crímenes contra las mujeres no ha contribuido a eliminar la impunidad que se vive en estos delitos, sin embargo, cada día, si analizamos el trabajo legislativo de las diputadas locales y nacionales, las propuestas no son diferentes, tipificar nuevos delitos sigue siendo la respuesta de las autoridades legislativas ante la violencia, y es que hoy quiero abordar con ustedes una nueva forma de ver la justicia, esa justicia que todas buscamos y que tristemente no nos han podido dar en los tribunales y las fiscalías.
Una justicia integral, que nos permita empezar de nuevo en caso de haber sido víctimas, una justicia que garantice la NO repetición, una justicia que permita que las familias de las mujeres que ya no están, encuentren la calma, una justicia que no llega con más penas, y nuevas tipificaciones, una justicia que permita que los delitos dejen de cometerse, una justicia que nos alcance a todas, esa justicia que soñamos, esa que exigimos cada 8M, la justicia que no llega con más penas y más cárceles, queremos una justicia que garantice que seamos libres y podamos vivir sin miedo.
