Leía la mañana del miércoles en algunos medios de comunicación, que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público SHCP citaría a Juan González Moreno dueño de MASECA, para que explique el incremento en el precio de la harina de maíz nixtamalizado, pues la medida de esta empresa que ejerce el monopolio sobre este producto, fomenta el incremento en el precio final que paga el consumidor en todo el país por la tortilla.
No es un secreto que MASECA ha intentado desde hace varios años adueñarse del mercado, no solo el de consumo de harina nixtamalizada, sino de venta del producto final, de la tortilla, intentona para la que han utilizado diversas estrategias entre las que se encuentran el crear una norma oficial mexicana que imponga características impagables por los pequeños productores en la maquinaria, hasta instalar, gozando de muchos beneficios fiscales, tortillerías en los centros comerciales en los que se vende el producto en un 30% abajo del precio que debe ofrecer el pequeño productor.
Si el gobierno está preocupado por lo que ocurre en el ámbito de la venta de tortillas, debería de revisar las declaraciones fiscales de MASECA, para ver qué precio se auto ofrece en el costo de la harina maíz, en las miles de tortillerías que tiene instaladas en prácticamente los centros comerciales de todas las cadenas, estoy seguro que encontrara que el precio que maneja para su propia cadena, es mucho menor que el ofrecido al pequeño productor, lo que evidentemente es una forma de competencia desleal.
En el caso de la norma oficial mexicana que MASECA siempre ha querido implementar, está el imponer requisitos en la maquinaria con un costo aproximado de 1.5 millones de pesos, inversión que deberían realizar todas las personas que pretendan dedicarse a la producción de tortilla, maquinaria que por cierto esta empresa fabrica y vende, dándose nuevamente un precio preferencial a su cadena de tortillerías y la imposibilidad de que la mayoría de emprendedores en este sector puedan pagar ese costo en la maquinaria.
Con estrategias así el negocio es redondo, por un lado, ahogamos al pequeño productor con costos de producción excesivos, aumentamos desproporcionadamente el costo de la maquinaria a todos aquellos que pretendan incursionar en este sector y estamos listos para atender la demanda del mercado que quede vacante, cuando los pequeños productores empiecen a quebrar en las colonias y barrios de cada estado del país.
Seguramente para muchos es una gran estrategia por parte de MASECA, además de ser un plan justo, pero cuando no hablamos de piso parejo en la competencia económica, no estamos sino ante políticas desleales que el gobierno ha tolerado en todos los sectores de la producción, no solo en el de la tortilla o el pan, sino en todos los sectores donde poco a poco van ahogando a los pequeños productores.
El incremento no solo responde al aumento en el precio de la harina de maíz, incremento que le ha parecido extraño al gobierno, sino también en esta competencia desleal que se despliega todos los días y desde hace muchos años en contra de los productores que deben de pagar renta, gas, agua, en algunos casos salarios y además el precio cada vez más alto en todos los insumos en general.
Esta es la razón por la que MASECA puede dar en estos momentos el kilogramo de tortilla en $11 pesos en los centros comerciales, mucha de la maquinaria la utilizan bajo el esquema de arrendamiento financiero, deduciendo el 100% del monto fiscalmente hablando; al estar en los centros comerciales, los municipios y alcaldías les dan muchos beneficios a estos conglomerados de lo también gozan todos los integrantes de estos grupos, a lo que hay que sumar las tarifas preferenciales en el costo del gas y la electricidad, algo como lo que ocurre y se ha acreditado con cadenas como Oxxo.
Por su parte los pequeños comerciantes no tienen estos beneficios, así es que ¿cómo pueden los tenderos, por ejemplo, competir contra los privilegios de las cadenas de tiendas de conveniencia?, ¿cómo pueden bajar sus costos si no son capaces de organizarse para obligar al gobierno a velar realmente por sus intereses o cuando menos conformar cooperativas de consumo que les permitan adquirir insumos a precios de mayoreo? Por eso cada que podemos, decimos que en México la organización de la sociedad es como el diablo, todos hablamos de ella, pero realmente nadie la ha visto, estamos incapacitados para ello, aunque cada día los golpes bajo la mesa estén más fuertes cada día.
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Abogado Postulante y Director de la Escuela para la Formación Política y Sindical A.C.
