Nadie nos enseña a terminar, o cerrar un ciclo amoroso, porque la sociedad está acostumbrada que una relación termina hasta que la muerte lo hace, pero en realidad también lo hacen las infidelidades, la violencia, motivos económicos, falta de pasión, porque se acabó el amor, ya están aburridos y hasta por la familia política.
En una pareja, por lo regular uno es el que más sufre, el más aferrado, en el mejor de los casos para ambos ya les es indiferente seguir o continuar.
A veces a uno de los dos, le duele más la ruptura y siente que la muerte llega, pero no, no se muere de amor, todo pasa, todo es un proceso, lo importante es sanar en lo individual para estar listos a una nueva oportunidad, por decisión y no por soledad.
Una de las principales causas de la ruptura es la infidelidad, de la mano con los celos, muchos hombres tachan de locas y ahora de “toxicas” a sus parejas; sin embargo, en muchos casos ese bendito sexo sentido lo hace todo, pero también los caballeros que son tan obvios cuando andan de pica flor, tienen más cuidado en su aseo personal, llegan más tarde a casa, de repente les aumenta el trabajo, y salen más y más excusas que los lleve fuera de casa, sin mencionar que ahora el celular se vuelve parte de ellos y compañero fiel de baño.
Con todas estas situaciones las mujeres se vuelven cazadoras y los hombres inician esa gran travesía para no ser descubiertos, inicia un desgaste impresionante que, en lugar de fortalecer a la pareja, la aleja cada vez más.
Las mujeres hacen de todo para saber, quién es la que se atrevió a poner los ojos en su hombre, sin saber que la culpa es del hombre que, pese a estar en una relación busca a alguien más, y si encuentra lo que la mujer supone, termina la relación, pero si el hombre acepta la ruptura, en algunos casos la mujer quiere regresar y le pide que se quede, que incluso le perdona la infidelidad.
Hay otros casos, que, aunque en menor incidencia, donde la mujer se sabe engañada, es más sabe santo y seña, pero se hace de la vista gorda porque no está dispuesta a renunciar a todo lo construido en su matrimonio, como la estabilidad económica.
También sucede del lado contrario con los hombres, aunque no sean felices y plenos prefieren aguantar, una mala relación por su estabilidad económica, bueno también hay quien dice que por los hijos hay que aguantar todo, y está bien, así les enseñan a sus hijas e hijos a aguantar de todo por encima de su felicidad.
Los otros motivos de ruptura, son la violencia, la falta de pasión, la falta de proyectos en común o simplemente se acabó el amor, que hace que cualquier problema que se presente desate una gran crisis.
Sin embargo; los especialistas aseguran que el amor tiene etapas, y cada una son decisiones que hay que tomar con la cabeza, el corazón es solo un órgano que bombea sangre.
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