Llego el día, cada mes todos los 25, instituciones públicas y privadas hacen activaciones naranjas para que la sociedad sea consciente de las violencias que sufren en este país más del 70% de las mujeres, llego el día naranja y con ello el día de preguntarnos si los moños y los listones, los globos y los colores son suficientes.
La pregunta, aunque fuerte, es necesaria, ¿vale la pena seguir invirtiendo en actividades que no concientizan? ¿Vale la pena el naranja en los listones, en los edificios o en las escuelas?
Vale la pena, claro, si estas fueran acompañadas de actividades de concientización y capacitación general, si estuvieran acompañadas de información que permita que la población identifique por qué el color naranja, que es la violencia y porque las mujeres la vivimos de forma desigual.
Después de que la muerte de tres mujeres, las hermanas Mirabal, a causa de la dictadura de Trujillo en República Dominicana, en honor a estas valientes mujeres, cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Esto fue establecido en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Bogotá, Colombia en 1981, y aprobado por la resolución oficial de la ONU de su asamblea el 7 de febrero del año 2000.
22 años se pueden contar como los oficiales, en los que este día ha sido conmemorado y en los que el color naranja inunda las calles, las escuelas, los edificios públicos y las empresas, en estos 22 años en México se ha reconocido el feminicidio como un delito, del cual las cifras crecen y crecen día a día, las mujeres sufren violencia sexual en sus primeros años de vida y las niñas no pueden soñar con ser ingenieras o doctoras sin ser cuestionadas del porqué no estudian algo más ad hoc a su género o si solo van a estudiar mientras se consiguen un marido que las mantenga, las violencias que vivimos las mujeres en México son tantas que las hemos normalizado, hemos aprendido a vivir con ellas y cada día que algo nos incomoda tratamos de acomodarnos.
La violencia en un país feminicida que debería trabajar todos los días y no solo los 25, donde las autoridades deberían poner al centro las violencias y empezar a trabajar en atacarlas, necesitamos dejar de ser un país feminicida y convertirnos en un país feminista.
Hoy y todos los días, tú que estás leyendo estas letras, ponte los lentes violetas y dejemos de ver solo los moños de colores, pon manos a la obra y dejemos atrás conocer sobre estos temas una vez al año, actuemos, actuemos todos los días.