Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot es un profesional del derecho multifacético, pero sobre todo humano al cual tuve la fortuna de conocer durante mi mandato como Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de nuestra entidad. Estrechar vínculos con la Corte Interamericana de Derechos Humanos fue algo extraordinario, nunca antes en la historia de la Comisión se había logrado una sinergia de tal magnitud.
En su momento coincidí con Ferrer en su calidad de Presidente, hoy me congratula saber que, luego de culminar una eficiente y decorosa presidencia, sus miembros lo han designado vicepresidente, cargo que ostenta gracias al prestigio con el cual se condujo a la par de un extraordinario trabajo académico y jurídico reflejado en sentencias, trabajos de investigación y una política de puertas abiertas que permitió la cristalización de logros sustanciales.
Desde 2013 es Juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, electo vicepresidente para el bienio 2016-2017 y fungió como juez ad hoc por México en el Caso Cabrera García y Montiel Flores (2009-2010).
Es un gran jurista y también un buen político, características que solo tienen las personas virtuosas como él que, van más allá de lo que quizás les corresponde hacer.
Creo en la pertinencia de tender puentes y construir vínculos de colaboración con instituciones hermanas; por ello, fue altamente gratificante para las y los mexiquenses saber que el más alto tribunal de nuestro hemisferio en materia de derechos humanos, se encuentra más cerca de nuestros afanes y dispuesta a ayudar en la mayor preparación de los servidores públicos.
Como la firma de convenios base celebrados en Costa Rica para la formación académica de derechos humanos donde, además, nos distinguió con el enorme favor de inaugurar la maestría en derechos humanos y emergentes vigente desde 2021 y única en su tipo a nivel nacional al tiempo de celebrar congresos, seminarios, coloquios, simposios, conferencias y foros bilaterales así como actividades jurídicas e investigaciones conjuntas que en su momento fueron publicados como “La tópica en Derechos Humanos” entre otros artículos de vital importancia.
Sirvan estas palabras para saludar y desearle el mayor de los éxitos a mi amigo Ferrer Mac-Gregor en su nueva designación como vicepresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Un tipo cabal, honesto, prudente, integrante del Sistema Nacional de Investigadores, escritor, juez, hombre de su época y gran servidor por los derechos humanos en América latina y del mundo.
