El 10 de mayo se celebra en México el Día de las Madres, una fecha en la que se honra y reconoce el papel fundamental que las mujeres tienen en la sociedad como madres y cuidadoras de sus hijos e hijas.
Sin embargo, esta celebración también nos invita a reflexionar sobre el papel de las mujeres en la sociedad en general, y a reconocer la lucha constante que han enfrentado para lograr la igualdad de género y el reconocimiento de sus derechos.
Durante muchos años, las mujeres han sido relegadas a roles tradicionales de género que limitan su participación en la sociedad y su desarrollo personal y profesional. Esta discriminación se ha manifestado en diferentes ámbitos, como el acceso a la educación, el mercado laboral y la toma de decisiones políticas y sociales. Como resultado, muchas mujeres han enfrentado obstáculos significativos para alcanzar su potencial y contribuir plenamente al desarrollo de sus comunidades.
La escritora feminista Virginia Woolf reflexionó sobre la situación de las mujeres en su época y afirmó que "para ser una mujer, uno debe tener mucho dinero y una habitación propia". Woolf argumentó que las mujeres necesitan independencia económica y un espacio personal para poder desarrollar su creatividad y potencial, algo que en ese entonces les estaba negado. Aunque han pasado muchos años desde que Woolf escribió esas palabras, aún queda mucho por hacer para que las mujeres puedan tener igualdad de oportunidades y libertad para desarrollar su potencial.
Las madres han sido un ejemplo notorio y profundamente significativo en la vida de los pueblos latinoamericanos. Un ejemplo luminoso es la lucha de las Madres de la Plaza de Mayo quienes han mostrado perseverancia, lucha y consigna con valor en la búsqueda de la verdad y la justicia para sus hijos e hijas desaparecidos durante la dictadura militar en Argentina.
“Las locas de la Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria”. Con estas palabras el gran escritor uruguayo Eduardo Galeano definió su andar y compromiso por la vida.
Este Día de las Madres es una oportunidad para reconocer el papel fundamental que las mujeres juegan en la sociedad como madres y cuidadoras, pero también es una oportunidad para reflexionar sobre los obstáculos que enfrentan para lograr la igualdad de género y el reconocimiento de sus derechos. Que el pañuelo blanco se ice tanto hasta convertirse en un símbolo de la no violencia y que sea tan decoroso que contribuya como nada al desprestigio moral y ético que polariza el papel de las mujeres.
Porque a las malas prácticas en contra de la mujer no se les combate con el silencio estruendoso de la ausencia ni con el bullicio unánime de lo que se estima incuestionable. A la injusticia se le combate con argumentos, palabras, ideas, principios, preceptos y convicción.