“De que lloren en mi casa, que lloren en la tuya” dice un dicho muy común en nuestro México. Vale la pena la reflexión: ¿Matar en defensa propia, es un delito, o sólo cuando se excede la defensa para salvar la vida propia?, pero ¿quién determina el exceso de defensa, cuando se trata de proteger tu integridad y la vida misma?
El caso de Roxana Ruiz Santiago de 23 años de edad originaria de Pinotepa, Oaxaca, que fue sentenciada y luego absuelta por quitarle la vida a su violador.
Roxana Ruiz trabajaba en un puesto de papas en el municipio de Nezahualcóyotl. El día de los hechos la habían invitado a tomar una cerveza una conocida de otra tienda, y cuando ya se retiraba a su casa, su agresor se ofreció acompañarla a su domicilio que estaba cerca.
Al llegar, Sinaí, su agresor, le pidió que lo dejara pasar la noche en su cuarto y que se iría temprano pues estaba ya tomado, y él estaba necio, relató Roxana en una carta al Colectivo Nos Queremos Vivas Neza.
Sinaí fue a la cama de Roxana para abusar de ella, se defendió y lo golpeó en la nariz, lo que originó su enojo y le dijo que la mataría, ella con una playera lo asfixió.
Trató de deshacerse del cuerpo metiéndolo en un costal para abandonarlo en la calle cuando fue sorprendida por la policía.
La jueza Mónica Palomino del Poder Judicial del Estado de México había determinado que Roxana era culpable del delito de homicidio por hacer “uso excesivo de la legítima defensa” y le dieron una sentencia de seis años y dos meses de prisión.
También le impuso una multa de reparación del daño material de 196,267 pesos y una reparación del daño moral de 89,620 pesos que deberían ser entregados a la familia del agresor.
La jueza sostuvo que con “un golpe en la cabeza” era suficiente para defenderse.
Al respecto Roxana sostuvo: “Si yo no me hubiera defendido estaría muerta”.
Roxana estuvo en la cárcel 9 meses en la espera del juicio en su contra, después un Tribunal permitió que continuara su proceso en libertad.
Sin embargo, la misma jueza que la había condenado a seis años y dos meses de prisión por asesinar a su agresor en defensa propia, determinó que Roxana actuó en legítima defensa y fue declarada en libertad.
La otra parte, la familia de Sinaí, exige justicia, al señalar que la joven excedió la legítima defensa, e incluso pedían que se dictara una pena mayor pues señalan que: “Roxana no actuó en legítima defensa, ella golpeó, asfixió y mutiló. Actuó en premeditación”, señalaron.
Sin duda, existe trabajo pendiente para los legisladores.
¿Qué harías para defender tu vida o la de los tuyos?
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