La jornada electoral del pasado domingo 4 de junio debe haber dejado una gran lección a los partidos políticos de oposición, y a su clase política en general, de no ser así, el proceso y selección de la contienda para elegir al próximo presidente de México será un verdadero día de campo para el partido del presidente Andrés López Obrador.
Al mandatario le urgía ganar el Estado de México, por eso, echó toda la carne al asador; sus correligionarios, entre ellos, uno de los más importantes, Horacio Duarte lleno de buenas “ideas”, una vez que renunció a la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), impulsó la gris candidatura de la maestra Delfina Gómez para darle un impulso que sería uno de los que le daría a la postre, el triunfo a la candidata morenista.
Es muy complicado imaginar cómo se integrará, no en cuanto a las personas, sino en cuanto a la política estatal mexiquense, a partir de que tome las riendas la nueva gobernadora. Aunque, a decir verdad, no se necesita ser mago o un ser superdotado para imaginarlo, la maestra, en campaña lo dejó claro, será de la mano con “ya sabes quién”.
¿Qué le espera al estado, ciudadanos y gobierno de la entidad?
Eso pronto lo sabrán, pero sería mejor no esperar demasiado, es más, los que desde ya, empiezan a temblar, son quienes ostentan cargos importantes en el gobierno de Del Mazo, al igual que cuando en el 2017 llegaron imponiendo sus “dotes” de sabiduría y minimizando, como siempre se acostumbra, a los que pertenecían a la anterior administración, llegarán los nuevos sabios y les recetarán la misma medicina.
Tal vez lo que puede ser importante para quienes tienen que hacer el viaje diario a la ciudad de México, es que se termine la obra del tren sub urbano México-Toluca, porque ahora sí habrá interés, pues todo es un tema mediático para las elecciones, es, para lo único que se trabaja en la 4t, y el año entrante es de suma importancia para el originario de Macuspana.
De lo demás, no se deben guardar grandes esperanzas de progreso, impulso a la ciencia, a la tecnología, al deporte, a la salud, a la seguridad, a la economía, etcétera, pues al seguir a pie juntillas la política federal, como se ha visto en otras entidades, que lo único importante es, ha sido, y será preponderar la popularidad de López Obrador, aunque ese “detalle” no le sirva a nadie, más que al propio tabasqueño y a su proyecto personal.
La derrota de Alejandra del Moral concentra una impresionante cantidad de motivos, aunque muchos se resistían a señalarlos, estaban ahí, no por no querer aceptarlos, como se insistió en hacerlo, o que como por arte de magia dejarían de existir; a final, el resultado arrojado en las urnas es el lógico despertar inevitable para descubrir el fruto de haber sembrado en tierra infértil.
La alianza “Vamos por el Estado de México” integrada por los partidos PAN, PRI, PRD y Nueva Alianza, mostraron la soberbia de la clase política, se dejó de hacer el trabajo del que debieron haber hecho, lo peor del caso, es que los señalamientos y acusaciones en contra de éste o de aquél no se han dejado esperar, incluso, el análisis evidencia la apatía con la que presentaron su trabajo de campo.
De antemano, los institutos políticos sabían a lo que se enfrentarían, y se durmieron en sus laureles, porque no pueden salir con el cuento de que no conocían de las “cochinadas” y trampas que tendrían que contrarrestar, es de todos sabido que esas mismas prácticas existen desde hace muchos años, y que se han mostrado a través de miles de campañas, no puede darse como válido ese argumento, es, cuando mucho, un pretexto más.
El gran apoyo que buscan todos es el de los más necesitados, el de los pobres, que con el ofrecimiento de la despensa, y los 300, 500 o hasta los mil pesos, venden su voto; para muchos, es día de hacerse de “algo” de dinero, ese es el drama, a esa gente que nadie quiere sacar de la pobreza, por conveniencia, o, porque como descaradamente lo dijo el presidente López, son los que en su momento salen a defender, en este caso a la 4t.
Sí, el pueblo tiene hambre y mientras se abuse de su condición y no se les dé las herramientas para poder salir de la pobreza o de la pobreza extrema, seguirán siendo carne de cañón, seguirán ofreciendo su presencia cuando se les requiera a cambio de unas monedas; porque, es lo más miserable que existe en política social, ya que los programas sociales no están pensados para el progreso, las mediciones son menospreciadas, dar dinero directo no es, ni representa, ningún beneficio más que el del momento.
El pueblo tiene hambre y entre más gente engrose esa franja de pobreza es mejor para el gobierno; son los primeros que se forman para votar en agradecimiento de aquél al que consideran que es el que les da dinero, y que en su apreciación es el que “piensa” en ellos.
Mientras que por otro lado, los ciudadanos no se prendieron con la candidata de la coalición “Vamos por el Estado de México”, esa importante masa ciudadana no se quiso identificar con quien fue impuesta sí o sí, la ciudadanía no fue llamada a involucrarse, ¿cómo entonces podría pensarse que elevaría la conexión y esperanza para salir, no solo a apoyarla, sino decididos a multiplicar los votos en su favor?
El 50% de los ciudadanos con credencial de elector no pueden marcar diferencia, el porcentaje en favor de Alejandra del Moral se reduce a su mínima expresión, y enfrente, todos los beneficiarios de programas sociales, los “turistas” de otras entidades, la compra descarada de votos, entre otras muchas marrullerías, no habrían sido suficientes frente a una decisiva determinación ciudadana desfilando por cientos de miles frente a las urnas para evitar el triunfo de Morena, pero nunca sintieron propia a la candidata. Y por cuanto al gobernador, simplemente no le dio ninguna ayuda.
