La comunicación pública, entendida como “la función gubernamental de suministrar información, escuchar y responder a la ciudadanía, al servicio del bien común” (OCDE, 2021), permite ampliar el alcance de la información acerca de las políticas públicas que se instrumentan, para que llegue a la mayoría de la población.
El Informe OCDE sobre la Comunicación Pública: El Contexto Global y el Camino a Seguir destaca la necesidad de que los gobiernos desarrollen estrategias de comunicación, apegadas a los principios del gobierno abierto, transparencia, integridad, rendición de cuentas y participación de los sectores involucrados en las políticas gubernamentales, separándoles -dice el reporte- de la comunicación política.
En ese sentido, la recomendación es que se “institucionalice y profesionalice” la función de comunicar desde el ámbito gubernamental, aportando los recursos humanos y materiales necesarios para el proceso de generar, elaborar, distribuir y evaluar los contenidos de comunicación, apegados a los comportamientos, percepciones y preferencias de los diferentes públicos. Es decir, que atiendan las expectativas de la sociedad.
Por ello, el fortalecimiento de los mecanismos y medios de comunicación de los gobiernos es esencial para el logro de los objetivos e impulsar la participación ciudadana. Sin embargo, no es una tarea que se logre de la noche a la mañana y se requieren esfuerzos sostenidos para renovar las estructuras oficiales de comunicación.
En el caso del Estado de México, durante el primer lustro de los años 80, surgieron dos de los primeros medios “públicos” del país: Radio y Televisión Mexiquense, para generar identidad entre la población estatal, que apenas superaba los 8 millones de habitantes.
El 17 de diciembre de 1998, se creó el Sistema de Radio y Televisión Mexiquense, con la manifiesta “preocupación del Gobierno del Estado” por difundir la cultura universal y nacional, “particularmente la estatal, así como el rescate y aprecio de sus valores, involucrando a los mexiquenses y distintos grupos sociales en su participación”; por ello, era un órgano desconcentrado de la -ahora extinta- Secretaría de Educación, Cultura y Bienestar Social.
En los últimos 20 años, el control del Sistema se movió entre la Coordinación General de Comunicación Social y la Gubernatura. El 11 de diciembre de 2020 -con el objetivo de impulsar una “transformación de nuestros medios públicos, a fin de hacerlos más eficientes, ampliar su cobertura y penetración”- se creó el Sistema Mexiquense de Medios Públicos, sectorizado a la Secretaría de Finanzas del Poder Ejecutivo. Su objeto destaca el difundir promocionales de las administraciones pública, estatal o municipal “por tiempos oficiales y/o mediante contratación; así como las inserciones de patrocinios, con el fin de obtener recursos propios”.
En esa dinámica, el Sistema Mexiquense de Medios Públicos ha tenido un fortalecimiento continuo durante los últimos cinco años -incluso, a pesar de la pandemia- y su audiencia se ha incrementado de 800 mil a 5 millones de televidentes diarios. Su infraestructura se ha modernizado de manera notable. Se impulsó la renovación integral de su marco jurídico y en su transformación operativa pasó de un canal de televisión a una televisora con tres distintos canales: 34.1, 34.2 y 34.3, además de que se creó la Agencia Mexiquense de Noticias, primera en su tipo en todo el país.
Se renovaron sus concesiones para los siguientes 30 años y se amplió la cobertura periodística -con una política editorial más plural y abierta. La Agencia Mexiquense de Noticias obligó la ampliación de tres a 12 espacios informativos diarios, de los cuales siete son conducidos por mujeres. Se logró una “sinergia informativa” con Mexiquense Radio para ampliar la cobertura local con subagencias de noticias en Amecameca, Tultitlán, Zumpango, Valle de Bravo, Metepec, y próximamente en Ecatepec.
En materia tecnológica, se invirtieron más de 250 millones de pesos para renovar sus equipos, lo que ahora permite la operación con sistemas “de punta” durante los próximos 10 años y se duplicó su capacidad instalada.
Ahora, habrá que conocer las nuevas directrices de la administración que encabezará la gobernadora, Delfina Gómez Álvarez, a partir del primer minuto del próximo sábado. Esperemos que se aprovechen esos recursos públicos que se han invertido. No hacerlo sería un error estratégico, porque la infraestructura y especialización alcanzada tanto en Radio como en Televisión Mexiquense, son una magnífica plataforma de despegue para hacer una verdadera comunicación pública. Faltará hacerla acorde con la filosofía del nuevo régimen.
PERCEPCIÓN
Quienes integrarán el Gabinete de la nueva administración estatal ya saben qué harán y en qué posición. Deberán acreditar su formación, conocimiento, experiencia y sensibilidad para hacer real el cambio por el que votó la mayoría de la ciudadanía.