Este fin de semana inicia la temporada 2018 de la marcha mexicana con el Challenge de Monterrey, competencia que además será selectiva para los Juegos Centroamericanos y del Caribe que este año se desarrollarán en Barranquilla, Colombia. Es el arranque no sólo de un año de competencias sino de todo un ciclo que terminará en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Se espera que sea también la consolidación de los nuevos rostros de la caminata mexicana, de esos jóvenes que ya han brillado a nivel internacional en categorías menores y que ahora tienen en sus manos la posibilidad de "revivir" la marcha azteca, regresarle esas épocas de gloria que dejaron como último ejemplo a Eder Sánchez, medallista mundial que en este proceso podría tener sus últimas participaciones internacionales.
En esta nueva era de la caminata hay jóvenes que empujan fuerte, que dan marcas competitivas a nivel mundial y de los que se esperan nuevos podios en el extranjero.
Ahí están Jesús Tadeo Vega, medallista mundial a nivel juvenil y con experiencia mundialista en categoría élite; los hermanos Palma con vivencia en Juegos Olímpicos; Omar Pineda, con registros en los 20 kilómetros que lo pueden colocar entres los mejores del mundo; los hermanos Segura, hijos del medallista olímpico Bernardo Segura, y demás jóvenes que están dispuestos a resurgir esa "escuela mexicana" que llegó a dominar la marcha a nivel mundial.
En damas Guadalupe González sigue siendo el máximo referente. La subcampeona olímpica y mundial es una consolidada que busca el máximo peldaño mundial, pero que al mismo tiempo ha marcado ejemplo a las nuevas generaciones de marchista nacionales que empiezan a darle batalla y por ende a mejorar sus tiempos de competencia.
Esta nueva generación de andarines tiene calidad para revivir esas añejas glorias de la caminata mexicana; esas páginas de éxitos que escribieron Ernesto Canto, Raúl González, Carlos Mercenario, Bernardo Segura, Joél Sánchez y Noé Hernández, entre muchos otros.