Lizbeth Andrea Moreno Rodríguez[1]
Monserrat López Miranda[2]
Dr. Gonzalo levi Obregón Salinas[3]
En la actualidad, es común que nuestro entorno social, familiar o laboral incluya a personas de la comunidad LGBTQ+, reflejando la creciente diversidad que nos rodea. Sin embargo, este aumento en la diversidad sexual destapa la cruel realidad de la discriminación y violencia que sufren los miembros de esta comunidad.
La violencia basada en el género se asocia también con la concepción social de lo que significa ser hombre o mujer. Cuando una persona se desvía de lo que se considera un comportamiento ‘normal’, se convierte en objetivo de violencia. Esta realidad se agrava especialmente si se combina con actitudes discriminatorias por razón de la orientación sexual o cambios en la identidad de género.
Las mujeres lesbianas enfrentan un riesgo particular de violencia derivado de la misoginia y la inequidad de género en la sociedad, según la ONU. Este peligro se evidencia en actos de violencia, tanto letales como no letales, registrados entre enero de 2013 y marzo de 2014 en 25 Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos, siendo esta cifra sólo la superficie de este problema[4]
No obstante también deben enfrentan diversos obstáculos como el rechazo familiar, social e incluso violencia física, experimentando una doble discriminación debido a su condición de mujer y homosexual, a menudo, se valora más la heterosexualidad, lo que lleva a discriminar a mujeres con orientaciones sexuales diferentes, especialmente aquellas que no siguen las normas sociales establecidas.
A día de hoy, algunas mujeres que revelan su orientación sexual sufren ataques constantes en lugares donde son forzadas a casarse o enfrentan torturas, insultos y violaciones, estas atrocidades solo son un alarmante ejemplo de violencia dirigida hacia mujeres lesbianas, siendo prácticas que buscan sancionar y castigar por su orientación sexual. todo bajo la errónea idea de cambiar su orientación.
La Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017 (Enadis 2017) reveló que algunas de las conductas discriminatorias más frecuentes contra mujeres lesbianas son la exclusión en servicios de salud, la dificultad para acceder a créditos de vivienda y la falta de acceso a justicia.[5]
Estos desafíos se ven influenciados por rasgos culturales arraigados en un sistema patriarcal. Además de las barreras sociales, estas mujeres experimentan limitaciones en el ejercicio de sus derechos, incluyendo el acceso a educación, empleo y salud, así como en el desarrollo de su identidad.
Esta situación destaca la necesidad de generar conciencia y promover cambios significativos en nuestras sociedades. La diversidad LGBTQ+ es una realidad innegable en nuestro entorno cotidiano, pero las estadísticas revelan que esta diversidad a menudo va de la mano con la discriminación y la violencia.
Es necesario profundizar en estos problemas, desafiando las perspectivas estereotipadas de género y orientación sexual. La violencia basada en el género y la discriminación no solo impactan la vida diaria de las mujeres lesbianas, sino que también afectan su acceso a servicios básicos y vulneran su derecho a vivir con dignidad.
La comunidad internacional y los gobiernos tienen un papel de suma importancia en la creación de entornos seguros e inclusivos. Es necesario sensibilizar a la población en un marco de respeto e inclusión para fomentar un cambio de pensamiento que incluya a todas las personas por igual. La igualdad de derechos y la celebración de la diversidad son pilares fundamentales para construir un mundo donde la diversidad debería ser celebrada, no castigada.
[1] Estudiante de Derecho Internacional de la Universidad Autónoma del Estado de México, colaboradora del programa Laboratorio de Derechos Humanos de la Defensoría Municipal de Derechos Humanos de Cuautitlán Izcalli.
[2] Estudiante de Derecho Internacional de la Universidad Autónoma del Estado de México, colaboradora del programa Laboratorio de Derechos Humanos de la Defensoría Municipal de Derechos Humanos de Cuautitlán Izcalli.
[3] Defensor Municipal de Derechos Humanos de Cuautitlán Izcalli, y profesor del posgrado en Derecho de la Fes Acatlán, integrante del SNI, del CONACYT.
[4] https://www.mujereslibresdeviolencia.usmp.edu.pe/blog/2017/05/la-violencia-de-genero-y-la-comunidad-lgtbiq/
[5] httpsz://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/enadis/2017/doc/enadis2017_resultados.pdf
Esta columna se pudo realizar gracias al programa Buzón de Libros, así como al programa Laboratorio de Derechos Humanos, de la Defensoría Municipal de Derechos Humanos de Cuautitlán Izcalli.