El voto oculto

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Publicado en Opinión

El voto oculto

Jueves, 04 Abril 2024 03:22 Escrito por 
Juan Carlos Núñez Armas Juan Carlos Núñez Armas Palabras al viento

Uno de los temas más controvertidos en el actual proceso electoral es la estrategia que siguen Claudia Sheinbaum y la 4t en relación con la presentación de encuestas, la percepción que dejan entre muchas y muchos mexicanos es que pretenden inhibir el voto masivo porque si la elección está resuelta, ¿para qué votar? Así, las encuestas son utilizadas como propaganda en diversos medios y desde luego en redes sociales, por ejemplo el periódico Reforma se atrevió a publicar una encuesta y especificó que tuvo el 47% de tasa de rechazo.  Hoy vamos a abordar este punto.

Massive Caller, una de las encuestadoras más acertadas, por su pequeño margen de error en sus pronósticos electorales anteriores, ubica (a finales de marzo) a Claudia con un 41.8%, a Xóchitl con un 36.9 % y a Jorge (Álvarez Máynez) con 4.3%, además reporta un 17% de indecisos. Para entrar a nuestro tema, recordemos que Macario Schettino ha señalado en diversas ocasiones las dificultades para conseguir la opinión honesta de los potenciales electores. Primero, si los siervos de la nación recorren el país con el objetivo de promover a su candidata, intimidar a las y los electores y chantajear con quitarles programas sociales, hay quienes que no desean responder a los encuestadores porque no saben a quién tienen enfrente y temen que incluso sean delincuentes que pretenden obtener información privada.  Además, las personas que no quieren responder, o responden, pero ocultan su verdadera intención de voto, suelen estar en una posición diferente a la “oficial”.

Según lo explica Elisabeth Noelle-Neumann en su colaboración para el libro El nuevo espacio público, la opinión pública suele ser el resultado de la interacción del entorno social de un individuo, pero éste, como condición de vida, para no mantenerse aislado, suele renunciar a su propio juicio, de lo contrario su integración al grupo sería imposible. El temor al aislamiento lo lleva a tener dudas sobre su capacidad de juicio, incluso los grupos sociales pueden castigarlo por no saberse adaptar.

Cuando hay un punto controversial y una persona es testigo de una lucha entre posiciones opuestas y debe tomar partido, como es el caso del proceso electoral, si está de acuerdo con el punto de vista dominante, refuerza su confianza y se expresa sin reticencias porque no corre riesgo. Si sus convicciones pierden terreno está menos seguro y adapta sus creencias según el entorno que percibe, guarda silencio y se instala en la opinión al grupo dominante. Noelle-Neumann llama a este fenómeno “la espiral del silencio”. He aquí la razón por la que el oficialismo insiste por todos los medios, lícitos e ilícitos, que su candidata lleva muchos puntos de ventaja y que ya está decidida la elección, lo cual es falso.

La opinión pública es la que se expresa en público sin riesgo de sanciones y en la cual puede fundarse la acción llevada adelante en el público. Para el autor Bryce, “el fatalismo de la multitud no depende de la obligación moral o legal, se trata de la capacidad de resistir” y mantener tu idea original con la evidencia que refuerce tu sentido del deber ser. Las personas que conservan su fe temen ser los únicos que siguen fieles a ella y más si se sienten amenazados por el aislamiento.

En cuestiones electorales las creencias generalizadas de una población no siempre son expresadas y existe un margen de temor o miedo a decir la verdad cuando crees que te falta información o te ves sometido por la presión social. Alex Figueroa autor de la página web “Psicología y mente” dice que existen diversas hipótesis respecto a la espiral del silencio: si la mayoría de las personas temen al aislamiento por sus opiniones, que suponen son impopulares basándose en los gestos, mantienen el silencio ante sus interlocutores. Entonces ocultan su punto de vista. El número de personas que define una opinión no siempre es relevante. En cualquier caso es percepción individual y hasta ética.  Así, la opinión pública (y publicada) ejerce un rol de control social en un tiempo y espacios determinados. Por citar un ejemplo que viene a mi memoria, cuando Galileo Galilei sostenía que el sol era el centro de nuestro sistema planetario, teoría controversial en su época, la espiral del silencio que controlaba a la mayoría lo llevó a decir, en un juicio ante la Santa Inquisición, que estaba equivocado y que la tierra era el centro.

Lo cierto es que hoy la propaganda gubernamental cuenta con recursos ilimitados e inunda todo el país. Han convertido a las encuestas en una verdadera arma distractora para no hablar de verdaderos problemas como la salud o la inseguridad. También sabemos que una gran mayoría de ciudadanas y ciudadanos puede sentirse atemorizado y que por lo mismo no ha decidido no sólo por quién votar, sino si lo harán. Necesitan de todos estos recursos porque promover el segundo piso de la 4t es altamente complicado, ¿cómo se promueve a una candidata que ofrece continuidad del gobierno actual que no tiene logros identificables?

Tenemos que hacer a un lado nuestros temores, ser valientes. No hay amor que sea cobarde. Por amor decidimos hablarle a la persona que nos atraía e invitarla a salir, por amor decidimos casarnos y tener a nuestros hijos. De igual manera, por amor a nuestra tierra, a la libertad, a la democracia y al futuro de nuestra familia tenemos que decir nuestra verdad y salir a participar. Cada quien decide cómo, cada quien construye su trinchera.  Mucha gente aún no ha decidido y otra más está atemorizada, sabemos que la diferencia se está cerrando conforme avanzan los días, con independencia de la propaganda oficialista. Vemos el temor que tienen de perder por sus agresivas reacciones y su negación de los muchos delitos que han cometido. Tienen miedo a ser juzgados por sus actos de gobierno opacos y corruptos. 

No es la primera ocasión que enfrentamos una elección de Estado. Tarde o temprano ciudadanas y ciudadanos ponen a los políticos en su lugar. En este momento, sin ninguna duda, tenemos que ser valientes y motivarnos, como un gran equipo, ahora que todavía tenemos libertad, porque el futuro depende de nosotros. El futuro está en nuestras manos.

*El autor es Maestro en Administración Pública y Política Pública por ITESM y Máster en Comunicación y Marketing Político por la UNIR.

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Juan Carlos Núñez

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