Un artista que pinta con un lenguaje directo y simple; un artista que en sus propias palabras: miraba la vida con su alma. Un artista que crea lo que ve en su interior y no lo que ven sus ojos.
Sin ser un expertis en el mundo del arte, es sencillo reconocer la obra de Modigliani por la fuerza de su trazo. Las características distintivas de sus obras incluyen caras alargadas, ojos en forma de almendra, nariz fina y boca pequeña. Los rostros que pinta son melancólicos, ensimismados, con ojos cegados que sólo pueden mirar hacia dentro.
Amadeo Clemente Modigliani nació con un gran capital cultural, aunque no contaba con recursos económicos. Tuvo a su alrededor todo el arte italiano y muy joven migró hacia París, la ciudad cultural por excelencia de principios del siglo XX, a donde llegaban artistas de todo el mundo. Ahí se relacionó con Pablo Picasso y con Diego Rivera, con quien por cierto compartió departamento por algunos meses.
En París perfeccionó su estilo, abrevando los aportes culturales del arte moderno, cubista y africano; se asoció con buenos amigos galeristas, como Jonas Netter, aunque en su tiempo, fue como muchos otros, un artista incomprendido por el público.
Modigliani fue capaz de modernizar lo antiguo, de dialogar desde el presente con el pasado, incluso con lo primitivo. Es un artista reconocido por su pintura, aunque su gran pasión siempre fue la escultura, a la que tuvo que abandonar por sus problemas de salud. El polvo de la escultura no era compatible con la tuberculosis.
Quienes le conocieron sabían que aunque nunca tuvo un techo estable, jamás hizo algún otro trabajo que le alejara del mundo del arte. Vivió eternas noches de desenfreno etílico. Tenía un estilo personal distintivo y elegante que destacaba entre los artistas y bohemios de París en ese momento. A diferencia de muchos de sus contemporáneos, que optaban por vestimenta más informal o extravagante, Modigliani se vestía con cierta sofisticación y atención al detalle. Su estilo reflejaba una combinación de refinamiento y bohemia, lo que lo hacía destacar entre la multitud artística de la época. Picasso, al reconocer esto, elogió la habilidad de Modigliani para expresarse no sólo a través de su arte, sino también a través de su apariencia y su manera de vestir.
Murió muy joven, a los 35 años, dejando un gran legado artístico. Para aquellos interesados en profundizar en la vida de Modigliani, existen diversas opciones para explorar su legado artístico y su impacto en la escena cultural. Una alternativa es la película protagonizada por Andy García, que retrata la última etapa de la vida del artista y su relación con Picasso y Jeanne Hébuterne, su compañera de vida, quien no pudo soportar ni un día la muerte de su amado, dejando en absoluta orfandad a su única hija.
