A poco más de una semana que iniciaron las campañas electorales, el Estado de México muestra una competencia política intensa entre las coaliciones del PRI-PAN-PRD-Nueva Alianza y Morena-Verde-PT.
En mayo habrá un escenario político agitado en la lucha por el control municipal y la captación de votos, especialmente en los bastiones de alta rentabilidad electoral que también son focos de interés para los votos que se van a la elección presidencial. Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez van por todo los que pueda abonar para un triunfo.
La capital del Estado de México se presenta como un terreno fértil para la disputa, donde figuras como Melissa Vargas Camacho del PRI y Ricardo Moreno Bastida de Morena, respaldados por sólidas estructuras delegacionales, buscan el mayor número de sufragios a su favor.
Tras el triunfo del PRI y sus aliados en las elecciones pasadas, donde sumaron aproximadamente 170 mil votos, y la respuesta de Morena y sus aliados con cerca de 150 mil votos, la contienda de este año se vislumbra como un enfrentamiento reñido por el poder municipal.
Las estrategias se intensifican con la proyección de retener municipios clave como Toluca, Metepec, Zinacantepec, Almoloya de Juárez, San Mateo Atenco, Rayón, Calimaya, San Antonio la Isla y Chapultepec por parte de la coalición Fuerza y Corazón por Edomex.
Mientras tanto, la coalición Sigamos Haciendo Historia defenderá sus bastiones en Temoaya, Otzolotepec, Xonacatlán y Ocoyoacac, con el objetivo de mantener su influencia política en la región.
Las candidaturas de Indalecio Ríos Velázquez y José Espíndola Uribe, respaldadas por el Verde Ecologista y el Partido del Trabajo respectivamente, fortalecen la posición del PRI y sus aliados para recuperar bastiones políticos como Ecatepec.
La candidatura común encabezada por Isidro Moreno, respaldada por el PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza, genera preocupación en el equipo de Azucena Cisneros, evidenciando una clara operación en contra de Morena, pero no precisamente de esta oposición, sino desde su propio partido a través de Fernando Vilchis. Sin embargo, las encuestas la mantienen con clara ventaja.
En municipios como La Paz y Chicoloapan, la contienda se presenta como una lucha intensa entre candidatos de Morena y el PRI, donde el buen posicionamiento y la marca partidista juegan un papel determinante.
La elección municipal en Nezahualcóyotl también promete ser reñida, con la reelección de Adolfo Cerqueda de Morena en contra del priista Antonio Méndez y Juana Bonilla de Movimiento Ciudadano, quienes buscan hacerse un espacio en el panorama político local. Cerqueda tiene buena aceptación entre el electorado, veremos si lo quieren reelecto.
Con el voto del PRI en riesgo de migrar hacia otras expresiones políticas en la región norte del Estado de México, la campaña se torna aún más desafiante para ambas coaliciones.
En esta campaña corta, donde cada voto cuenta, el PRI y sus aliados se perfilan para retener el poder en municipios como Ixtlahuaca, Jocotitlán, Atlacomulco, San Felipe del Progreso, Aculco, El Oro, Jiquipilco, entre otros, mientras que Morena busca dar el zarpazo en municipios como Aculco, Atlacomulco, Ixtlahuaca, Jilotepec, Jiquipilco y San Felipe.
A pesar de las adversidades, los cacicazgos priistas demuestran su capacidad de operación y resistencia, confiando en que la apuesta presidencial fortalezca sus preferencias electorales en esta contienda. Pero la marca Morena es el mayor peligro que enfrentan. No importa quiénes sean los candidatos o candidatas, Morena, es Morena.