Con casi el 100 por ciento de las casillas escrutadas en la entidad, la lápida cae lúgubremente sobre los restos inertes de una oposición política que no supo qué hacer ante la tempestad que sabían llegaría. Quisieron protegerse con techos de cartón –diría Marco Antonio Solís-. No lo lograron. Perdieron casi 3 millones y medio de electores. No tienen credibilidad. Es que, “si hacemos lo mismo siempre, obtendremos los mismos resultados”, diría Albert Einstein, y el periodista agregaría: si lo hacemos con los mismos de siempre, peor aún.
Lo del 2 de junio fue una aniquilación. Mire –continua el amanuense mientras sorbe de su café americano sin azúcar-, cuando existe un solo partido se trata de una dictadura. El gobierno se vuelve opresivo, intolerante, represivo. Cuando existen dos partidos o tres, la disputa por la democracia es altamente efectiva y las ideologías opuestas se vuelven creativas y socialmente inclusivas pero, cuando hay pluripartidismo, la gran cantidad de partidos políticos, que pareciera generaría mayores opciones democráticas, se vuelve deplorable en sociedades donde el poder es generador de viles beneficios económicos. Hacer alianzas es un gran negocio para los fundadores de partidos rémora, que levantan los brazos de victoria cuando el tiburón gana.
Hoy la oposición no puede sólo darle la vuelta a lo sucedido. Tiene que romper con aquello que la llevó al fondo. Agarrarse bien los “esos” y rescindirle contrato a “Alito”, “Mako” y a Zambrano, que derrumbaron a sus partidos. Si el PRI sigue apostando por su nefasto dirigente nacional, los resultados serán los mismos. Seguirán cavando su tumba. Y luego, casi corriendo, tendrían que enterrar a sus cacicazgos patriarcales. Volver al campo, a las calles, a sembrar ánimo en su decaída militancia, y hacerlo como la teoría de la aguja hipodérmica de Lasswell, para entender “cómo se debe transmitir un mensaje a las masas”, porque nomás no dan una y se mueren de a poquito.
Los vaticinios del amanuense
El creador de los epitafios editoriales no se equivocó. Aún hay quienes no se abrazan a la campaña de los tiburones y trabajan alejados de sus mezquinos líderes del pulpito.
Lo refirió por el trabajo que hacían. Mire, Fernando Flores ganó en Metepec con un elevado 55 por ciento de la votación; en Huixquilucan Romina Contreras apabulló con el 75 por ciento. También en San Mateo Atento la victoria fue para Anita Muñiz, con el 36 por ciento de los sufragios; en Mexicalzingo, aunque le quisieron hacer una “trastada” y corriente jugarreta, a Saray Benítez no le vieron ni el polvo. Ganó con casi 3 votos contra 1; Manuel Vilchis ganó con el 45 por ciento de la votación en Zinacantepec, e hicieron lo mismo Carmen Albarrán, en Donato Guerra, que aventajó con el 30 por ciento a su oposición; En Toluca, Ricardo Moreno conquistó la alcaldía con una enorme ventaja del 50 por ciento; mientras que en Sultepec, Beto Mejía Santaolalla, triunfó con el 43 por ciento del sufragio…
El Programa de Resultados del IEEM, con casi la totalidad de los cómputos en ayuntamientos, le da una amplia ventaja a Morena y sus aliados PVEM y PT con casi el 70 por ciento; en tanto, PAN, PRI, PRD, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza sólo obtuvieron el 30 por ciento.
De los congresos hablaremos en la siguiente pero, habría que darle un aplauso generalizado al IEEM y sus trabajadores. Nunca faltarán quejosos molestos pero, lo hicieron bien y “cristalino”, diría, Jack Nicholson y Tom Cruise en “Cuestión de honor”. ¡Bravo!… Mi X @raulmandujano