Olvidamos de manera muy rápido, puede ser un beneficio, pero también un perjuicio. Después de estar encerrados y de haber perdido a mucha gente, pareciera que aprendimos la lección, pero no ha sido así. En específico, México no cambió ninguno de sus hábitos. Volvemos a saludarnos efusivamente, porque somos de abrazos, de cercanía, no sabemos mantener la distancia y eso nos juega en contra.
Además, somos de festejo a la vida y sin miedo a la muerte.
Hasta ahí suena casi poético, pero esa enfermedad fue traumática, más por el suspenso de saber si éramos portadores. Vimos el pánico en los ojos de todos. El miedo nos tenía acorralados en casa, con ganas de salir corriendo, pero con temor de tocar el timbre, el pasamanos, una ventana, una puerta que tuviera la sospecha de tener el virus y que no estuviera desinfectado.
Muchos de nosotros compramos cloro, Lysol, desinfectante e incluso vinagre, haciendo menjurjes que nos protegieran del espantoso bicho. Sin embargo, nada nos protegió de la desinformación, noticias falsas circularon por todos lados haciendo que nuestro ánimo decayera más de lo que esperábamos.
Fueron dos años, un proceso que fue traumático de inicio a fin. Se esperaría que el aprendizaje de ese lapso de enfermedad hubiera sido diferente, pero no fue así. En las noticias el repunte del COVID nos llega de sorpresa, ¿Qué pasó? ¿No aprendimos de nuestros errores?
Por lo que sabemos, si una pandemia persiste se convierte en un virus esperado en cierta estación del año, en este caso y por nuestro cambio climático, surge cuando la temperatura baja, aunque después haga calor. Así que como nuestro temporal, el virus fluye con los cambios, mejor que nosotros, sin duda.
Por supuesto, las farmacéuticas están listas y eso es lo que me llama la atención. A inicio del 2024 se anunció que las vacunas ya estaban en las farmacias, el precio oscila entre los 850 y los mil pesos. Pfizer y Moderna son las que distribuyen el fármaco y por supuesto, ya las tienen en las estanterías de distintas farmacias de nuestro país. La Cruz Roja vende la vacuna, y es quizá la de costo más bajo con 750 pesos.
Ahora con este repunte, de 200 contagios pasaron a 400, de acuerdo a la Secretaría de Salud, pareciera que estamos listos para probar la vacuna y si los contagios van al alza, muchos tendrán que ponerse la vacuna. Sobre todo, profesores, doctores, enfermeras, quienes están en contacto con personas todo el tiempo.
Me pregunto, si a parte de difundir de nuevo una campaña de concientización, habrá una campaña de vacunación para las personas vulnerables y si ahora, sí se cuenta con la infraestructura hospitalaria para hacerle frente a un posible repunte.
Me preocupa que se tome con ligereza, tanto para el gobierno como para la gente. Sé de antemano que los hospitales no están preparados, porque hay escasez de medicamentos, insumos etc., falta de personal y no sé si la falta de un protocolo de actuación ante el COVID.
Me encantaría pensar que las autoridades no están preocupadas, porque no hay motivo, pero creo que el tufo electoral aún los tiene adormilados, por lo cual, toca cuidarse mi gente, toca dejar de hacer visitas a diestra y siniestra. Lavarnos las manos, no saludar de mano ni de beso, ser precavidos.