En el contexto de la nueva conformación de la Legislatura del Estado de México, la relevancia de que la titular del Poder Ejecutivo disponga de una mayoría parlamentaria sólida en el Congreso es fundamental para una gobernabilidad eficiente.
Esta mayoría facilita la aprobación de leyes y reformas esenciales para la agenda gubernamental, minimizando los conflictos y bloqueos legislativos. La capacidad del Ejecutivo para influir en el cuerpo legislativo a través de su bancada garantiza una alineación en las prioridades políticas y una respuesta ágil a las necesidades de la entidad, optimizando así el funcionamiento del sistema democrático.
Por lo tanto, la afinidad entre el coordinador de la bancada mayoritaria y la gobernadora resulta esencial, ya que esta relación armoniosa también contribuye significativamente a la eficacia legislativa, asegurando una gestión parlamentaria fluida y eficiente.
Esto es especialmente crítico en contextos que requieren mayorías calificadas para aprobar reformas estructurales, acelerando el proceso legislativo y permitiendo la rápida implementación de políticas públicas.
El respaldo al Ejecutivo como "gran legislador" es indispensable, dado que este puede corregir vicios y deficiencias en el marco normativo detectados por los funcionarios gubernamentales en el ejercicio de sus atribuciones.
Una coordinación parlamentaria que colabore estrechamente con la Gobernadora actúa, a su vez, como un vínculo eficaz entre ambos poderes, asegurando que la agenda del Ejecutivo se refleje en las acciones legislativas.
Esta cohesión disminuye conflictos internos y crisis políticas, manteniendo la confianza de los ciudadanos y asegurando una administración pública eficiente y beneficiosa para la población de la entidad.