“Mi amigo Trump”

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“Mi amigo Trump”

Miércoles, 31 Julio 2024 00:04 Escrito por 
Alfredo Albíter González Alfredo Albíter González Lo bueno, lo malo y lo serio

“Le voy a enviar una carta a mi amigo Trump, porque pienso que no le están informando bien sobre el tema migratorio y sobre la importancia que tiene mantener la integración económica con México y Canadá. Como es un hombre inteligente, con visión, sé que va a cambiar su manera de pensar, además lo considero mi amigo”, declaró el presidente Andrés López Obrador, respecto de lo manifestado por el candidato republicano a la presidencia de E.E.U.U.

Lo señalado por el mandatario mexicano, sin embargo, choca de frente con el comportamiento que, como presidente estadounidense, mantuvo constante Donald Trump, por la manera en la que manejó la relación con nuestro país. Más bien, éste debería calificarse como lamentable; obtuvo lo que no pudo con el expresidente Enrique Peña Nieto, colocar a México como “tercer país seguro”, que implica: convertirse en país destino de los migrantes que llegan a Estados Unidos pasando por territorio mexicano, siendo devueltos a suelo azteca en espera de la respuesta a la solicitud de asilo.

¿Qué? ¿ya se le olvidó? Frase que normalmente usa como retórica el tabasqueño, y que parece uno de esos momentos para utilizarla: ¿Acaso se le olvidó todo lo que iba a decirle al expresidente estadounidense, que incluso, le dio para escribir el libro que lleva como título: “Oye, Trump”, y que a final de cuentas, quedó como testimonio de lo que resultó ser solo una bravata?

Al calificar a Trump como “su amigo”, López Obrador evita tocar el espinoso discurso de golpeteo en contra de México que desde su primer campaña viene utilizando el empresario para ganar simpatías de los ciudadanos radicales estadounidenses, que, al mismo tiempo, con la promesa de levantar un muro fronterizo le hace ganar simpatizantes con aquellos que no ven con buenos ojos la relación tan estrecha que existe entre ambas naciones.

Alguna vez el propio López advirtió que a él, el entonces presidente, lo respetaba, cuando, como tantas otras, había despotricado en contra de nuestro país. Pero, ¿hasta qué punto se puede considerar como una relación amistosa y no por conveniencia, utilizar al presidente mexicano para congraciarse con los mexicanos que radican en la tierra del tío Sam?

Recordemos que el titular del ejecutivo mexicano decidió hacer una visita a la Casa Blanca por invitación de Trump. El viaje se prestó para crear diversas especulaciones, una de ellas, apunta a que había sido por conveniencia del líder republicano. En política, las formas sí son fondo, sobre todo en las relaciones internacionales. Un momento clave descubre cómo fue esa relación: al momento de hacer pasar a López Obrador al interior de la Casa Blanca, después de ser recibido por su anfitrión, éste entró primero con actitud soberbia y detrás de él, el presidente mexicano.

Podrán decir misa, si les apetece, pero la forma en la que trató éste mismo personaje al Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, fue muy diferente, incluyendo la expresión que le dedicó y el trato amable. “Su amigo”, siempre mantuvo un trato soberbio e inmerecido para cualquier presidente mexicano.

Ahora, por medio de una carta, ¿quiere hacerlo reflexionar? ¿Llamándolo inteligente con un dejo de manipulación? ¿Para convencerlo de que debe enterarse que “alguien” no le está informando bien?

El mensaje no es para Donald Trump, definitivamente; el mensaje, como la mayoría de las ocasiones, es para sus seguidores. Para colocarse como una especie de héroe a los ojos de quienes lo adoran, porque tal vez, ni siquiera se hable más de la misiva destinada al candidato republicano que tiene grandes posibilidades de triunfo.  

A propósito de la declaración del tabasqueño, para no dejar dudas, durante el discurso que ofreció en la convención republicana, Donald Trump prometió terminar con la crisis de migración en Estados Unidos, para lo cual completará la construcción del muro fronterizo, aseguró, además, que servirá para poner fin a la crisis de criminalidad.

Independientemente de que si el muro sirve para lo que le apuesta, esa ya es otra cosa; lo que deja ver, es que seguirá utilizando a México como piñata para apoyar sus promesas de campaña. Pero de antemano, el nuevo gobierno mexicano, que empezará su administración a partir del primero de octubre, tendrá que tomar nota de la posición del que puede ser de nuevo presidente de los estadounidenses.

De otra forma, se ve realmente muy difícil que la actitud, pensamiento y actitud de Donald Trump cambie por el hecho de que lea una carta del presidente que está por terminar su mandato; aunque tampoco, se antoja posible que lo hiciese aunque éste fuera iniciando, por muy “su amigo” que fuera.

Lo que sí es cosa seria, es que el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum debe prepararse adecuadamente para negociar con la nueva presidencia estadounidense, ya que se tendrá que revisar el Tratado de Libre Comercio, amén de la relación que ambos países sostienen y los problemas de migración, armas, seguridad, drogas, comercio, etcétera. Los elegidos como alfiles deberán hacer uso de sus mejores capacidades para mantener una sana relación con el principal socio de México.

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Alfredo Albíter González

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