Trump ganó. México tiene temor. Desde su primer mandato nos ha amenazado con un muro, una intervención y deportaciones totales. Ahora se prevé peor, pues nos ha acusado de estafadores y de ser el origen de todos los males norteamericanos.
Uno de los aspectos más preocupantes es su intención de mandar tropas americanas para acabar con los narcotraficantes y de esa manera cercenar el brazo de las drogas que tiene a tantos norteamericanos atrapados.
A partir del triunfo del republicano no ha quedado más que incertidumbre. Se sabe de antemano que no hay una buena relación con Sheinbaum y que Trump aprovechará la revisión del Tratado de Libre Comercio para sacar un acuerdo que beneficia a su país. Conocido por su machismo y su manera de hacer negocios y políticas a la vieja usanza, solo con hombres y desdeñando la opinión de cualquiera que piense diferente a él.
En cuanto los resultados le fueron favorables, el peso se desplomó y los inversionistas se pusieron nerviosos, porque la campaña de Trump ha sido agresiva de principio a fin, mandando un mensaje claro. Aranceles altos y cobro por importaciones de fábricas chinas, como las fábricas de automóviles.
¿Qué implica? Una franca guerra contra los chinos, quienes ahora son potencia mundial, y han opacado el camino del estereotipo americano de ser los reyes del mundo.
Trump tuvo su esplendor en los 80. Siempre fue referente del hombre más poderoso del mundo, el empresario al cual no se le escapaba nada, ni negocios, ni mujeres. Por años fue un playboy que viajaba en yates y salía en todas las revistas de sociales. Ese momento histórico marcaba la vida norteamericana como un ejemplo de vida pujante, glamorosa y sin preocupaciones de pobreza.
Las drogas eran un tema que combatía Rambo con su implacable mazo de militares y Terminator marcaba la pauta de cómo debía ser la tecnología.
Una época de bonanza estadounidense en la que se congeló Trump. Su color bronceado por andar en eventos, ahora es sustituido por la sobreexposición a la cámara solar. Él necesita poner a Estados Unidos en la cima del capitalismo.
Uno de los cánceres más graves de los americanos, como de muchos lugares en el mundo, es la adicción a las drogas. Zombis de fentanilo recorriendo las avenidas estadounidenses, no es lo que quiere Trump. Así que hará todo lo que esté en su mano para regresar a una imagen feliz de los americanos
¿Por qué votaron por Trump?
De acuerdo a las estadísticas realizadas por CNN, la ultraderecha ganó en Estados Unidos. Es decir, hombres blancos, casados, cristianos y de clase media baja, que odiaron la presión económica de 2022. El voto blanco mandó a Trump al Capitolio. Hombres entre 40 y 50 años que también añoran esa tierra de sueños que no existe más.
Kamala Harris ganó el voto de los jóvenes, afroamericanos, latinos, universitarios, trabajadores, pero no el del hombre común. No el del hombre enojado que quiere que haya mano dura para que EU vuelva a ser potencia. Allá también ganaron los que menos tienen, los votos del pueblo estadounidense vienen de hombres y mujeres que no apoyan el aborto, ni la migración.