¡Histórico! Gritan que, en la legislatura, se ha logrado despenalizar el aborto en el Estado de México. Creo que debería ser vergonzoso que tardemos tanto en lograr cosas para las mujeres. ¿Celebramos que poco podemos hacer en materia de prevención?
Consideramos que las pláticas de sexualidad, así como alentar a usar los distintos métodos anticonceptivos, debe ser nuestra primera prioridad.
Entre los adolescentes, jóvenes e incluso entre los niños hay muchas preguntas acerca de su cuerpo. Es nuestro deber procurar que lo conozcan, que sepan, que les da placer, que los avergüenza, que les molesta, que no quieren permitir. Esos límites se dan por hechos y no deberían ser así. Entre más se conozcan, más se van a proteger del daño. Aunque no hay nada que los proteja de los depredadores o los violentadores, pero eso también tiene que ver con la sociedad y con nuestra incapacidad de arreglar un sistema en decadencia. O no se ha preguntado cómo es posible que un depredador sexual esté suelto porque no hay pruebas o el cantante el Mimoso haya sido detenido por violencia familiar, pero ya está en su casita porque prometió tomar un curso de control de ira.. ¿Es broma?
Volviendo al tema, siento que en esta decisión los dados están cargados siempre a favor de los que pueden acceder a un buen nivel de atención médica. Al despenalizarse, las mujeres que tienen la posibilidad de irse a un buen hospital, discreto, con servicios extra, podrá pasar ese trago amargo sin problema. Pero todas las demás, las clasemedieras, las obreras, la gente de a pie, tendrán otra experiencia que contar.
Porque no todas las mujeres podrán, ni querrán, acudir a las clínicas por su contexto, creencias, por vergüenza, por lo que queramos, a veces porque el trauma será tan severo que el shock no les permitirá ni siquiera reaccionar. La gente que esté a cargo debe estar preparada, tener un buen manejo de esas situaciones, que mantengan una línea de comunicación que permita al otro saber qué caminos puede tomar. La información es fundamental para decidir.
Las brigadas de salud deben contemplar también la educación sexual. Mujeres y hombres tenemos derecho a decidir, pero de manera consciente, el método, la manera y quizá hasta la posibilidad de cambiar de opinión.
Hay muchos casos donde un aborto ha dejado secuelas físicas o emocionales. Cada mujer debe saber y entender cuáles son sus opciones y adecuarlas de acuerdo a sus creencias.
Eso tan solo es la antesala de esta nueva política que entrará en vigor a partir de su publicación en la Gaceta de la Federación. Es decir, no hay fecha. Como no la hay para saber el número de clínicas, el dinero que se usará para ese propósito, el manejo de dicha institución, personal, quirófanos. Además de un programa de seguimiento de salud mental para aquellas mujeres que tengan que procesar la decisión, ya sea porque fue una violación o porque su propia educación la hace sentir culpable.
Aún hoy las embarazadas sufren de violencia en el quirófano de parte de los médicos y enfermeras. ¿Quién nos dice que será diferente y las mujeres no serán juzgadas por quienes las atiendan?
Sí, se nos dio el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo, pero aún no se nos ha cambiado el chip para poder prevenir en caso de que el embarazo sea por deseo o actuar rápido y brindar apoyo cuando fue un abuso sexual. De que sirve despenalizar, si los atavismos emocionales, nos meterán en la caja de la sumisión, la pena y la culpa. No basta con legalizar, hay que cambiar las ideas desde dentro, hacer revolución desde nuestros hábitos, de nuestra costumbre de ser de otros. Como independizar el cuerpo, si las ideas siguen amarradas al amor, a la tradición, a la religión, a la pobreza, a la ignorancia. ¿Cómo podemos decidir, si aún seguimos cegadas por nuestra crianza?