Diez años de armonías y sueños: un legado sinfónico para la juventud universitaria

DigitalMex - Periodismo Confiable

Publicado en Opinión

Diez años de armonías y sueños: un legado sinfónico para la juventud universitaria

Miércoles, 04 Diciembre 2024 00:08 Escrito por 
Jorge Olvera García Jorge Olvera García Inventario

Este 5 de diciembre marca una fecha de enorme significado para la Universidad Autónoma del Estado de México: la Orquesta Sinfónica Juvenil de la UAEMéx celebra su décimo aniversario.

Fundada durante mi rectorado, junto a la incansable y talentosa Directora Hilda Saquicoray, este proyecto nació de la convicción de que la música, como dijera Beethoven, "es una revelación más elevada que toda sabiduría y filosofía". Desde sus primeros ensayos, la orquesta se propuso ser más que un conjunto de jóvenes músicos: es un estandarte de disciplina, pasión y cultura que da voz al espíritu creativo de nuestra universidad.

Fui Rector de esta noble institución, y este aniversario es también mi testimonio. Reconozco con orgullo que, desde su fundación en 2014, esta orquesta representa un sueño largamente acariciado, uno que comenzó a gestarse en los años ochenta, cuando empecé a trabajar en la promoción cultural de la Universidad.

En aquel tiempo, conocí al maestro Vicente Saquicoray, un extraordinario músico y mejor ser humano, quien con su violín y su liderazgo marcó una época tanto en la Orquesta de Cámara de la UAEMéx como en la Sinfónica del Estado. Compartimos una pasión por la música de América Latina, él con su violín y yo con instrumentos como el charango y el bombo. Vicente, junto a su hijo Jairo, un gran chelista, siempre simbolizó para mí el compromiso con la música clásica y su capacidad transformadora.

Años después, encontré en Hilda Saquicoray, hija de Vicente y destacada profesora, musicóloga y directora de orquesta, la aliada perfecta para hacer realidad un sueño que ambos compartíamos: crear una orquesta que trascendiera las notas y se convirtiera en un proyecto de vida para los jóvenes.

Es justo y necesario reconocer el liderazgo de Hilda Saquicoray, quien con su incansable labor guio a esta orquesta desde su formación, creando un espacio donde la música se convierte en un puente entre el conocimiento académico y la expresión artística. Gracias a su esfuerzo, se ha logrado destacar y rendir homenaje a compositores de la talla de Arturo Márquez, cuyo legado musical nos inspira a celebrar nuestras raíces mexicanas con orgullo.

Un hito especial en la historia de la orquesta fue el reconocimiento que otorgamos al maestro Márquez, un gigante de la música mexicana, comparable con Juventino Rosas, Silvestre Revueltas y Julián Carrillo. Márquez, autor del célebre Danzón No. 2, nos honró al dedicar a la UAEMéx el vals De la mora las raíces, cuya primera página del pentagrama guarda una simbología única y entrañable.

Arturo Márquez nos recuerda que "la música es la vida misma, y cada nota lleva el peso de nuestras historias, nuestras penas y alegrías". La Orquesta Sinfónica Juvenil de la UAEMéx ha sabido recoger este legado, haciendo de sus interpretaciones un himno a nuestra identidad.

Sin embargo, no podemos ignorar que vivimos tiempos donde la música transgénica y superficial, moldeada por algoritmos y tendencias efímeras, predomina en el horizonte cultural de los jóvenes. Esto nos plantea el desafío de mantener viva la llama de la música auténtica, esa que nace del alma y no de una fórmula comercial.

Como decía Leonard Bernstein, "la música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido". Nuestra responsabilidad es garantizar que las nuevas generaciones encuentren en ella un refugio y un faro que les guíe.

En este contexto, celebramos también que durante mi rectorado se plantaron las semillas de la hoy fructífera Licenciatura en Música, una realidad que ofrece a nuestros jóvenes no solo una formación académica sólida, sino una plataforma para cultivar su creatividad y sensibilidad artística. Este logro consolida a la UAEMéx como una institución que no solo forma profesionistas, sino ciudadanos comprometidos con la cultura y el arte.

Hoy, mientras la Orquesta Sinfónica Juvenil de la UAEMéx celebra una década de éxitos, hago un llamado a nuestra comunidad universitaria y a la sociedad en general: apoyemos a nuestros jóvenes músicos, valoremos el arte en todas sus formas y recordemos siempre que, como afirmaba Friedrich Nietzsche, "sin música, la vida sería un error".

Por último, les invito a que celebremos este 10° Aniversario con un concierto especial que se llevará a cabo mañana, 5 de diciembre, en la Sala Felipe Villanueva, a las 18:30 horas. Cada aplauso que brindemos alimentará el alma de estos grandes jóvenes universitarios, quienes son el presente y el futuro de la música.

Que las próximas décadas sean aún más ricas en armonías y sueños realizados. ¡Felicidades a nuestra orquesta y a todos quienes han hecho posible este extraordinario proyecto!

Visto 168 veces
Valora este artículo
(0 votos)