Para proseguir con este tema, debo decir que, adicionalmente a los fenómenos del Nearshoring y el Reshoring y su relación con las cadenas de valor en norteamérica; también se ha presentado otro fenómeno llamado Friendshoring, que es el traslado de la producción manufacturera de algunas empresas de países desarrollados a otros subdesarrollados; teniendo como motivo principal la buena relación de que gozan entre ellos; destacando que, este hecho no ha permeado de manera importante en el entorno económico mundial.
En otra parte del trabajo que el Dr. Gereffy elaboró para la CEPAL, este presentó cuatro casos de estudio; siendo el primero de ellos el de nuestro país, y fue abordado de la siguiente forma:
Desde los años cincuenta (1954) y hasta la década de los setenta (periodo conocido como el milagro mexicano), prevaleció en México el modelo económico de “Desarrollo Estabilizador”; que se distinguió por el fortalecimiento de la moneda nacional; la implementación de reformas fiscales; el fomento de la inversión pública y privada; la promoción de la industria y una gran inversión en infraestructura.
Con lo anterior; nuestra nación alcanzó altos niveles de crecimiento económico; bajas tasas inflacionarias y una buena estabilidad cambiaria; no obstante, no podemos perder de vista que un buen porcentaje del financiamiento de la inversión pública realizada provenía del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM); de tal manera que, eso no nos permitió alcanzar la independencia económica; lo que evidencia que, los altos niveles de endeudamiento de los países; sobre todo; aquellos que se les denominaba en “vías de desarrollo”, formaba parte de una estrategia muy bien armada que en pocos años dio paso al esquema neoliberal, que se encuentra vigente hasta nuestros días. En resumen, el régimen de sustitución de importaciones se terminó a principios de los años ochenta.
Para ejemplificar la dinámica seguida en materia económica en la década de los ochenta y principios de los noventa, se hizo alusión a la planta conocida como barbasco; que ha sido utilizado en la industria farmacéutica principalmente para atender afecciones respiratorias, estomacales y sanguíneas, que era un producto muy valioso y que aquí en el país era procesada por la empresa Sintex; misma que por cuestiones políticas dejó el país para ir a los Estados Unidos; quedando en un escenario en el que solo proveíamos la materia prima y el producto se terminaba con los vecinos del norte o en Europa.
Lo anterior da perfecta cuenta de la dinámica seguida en todas las industrias del país en ese periodo, al no tener el control tecnológico, una política industrial clara y estar viviendo bajo otro fenómeno llamado hiperglobalización (1980-2000).
El segundo caso expuesto fue el relativo al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), signado entre México y los Estados Unidos; que se distinguió por el acuerdo de productos finales en la industria textil; lo que es de reconocerse; sin embargo, también significó el encasillamiento de los trabajadores mexicanos como mano de obra maquiladora barata; precarizándose el mercado laboral y disminuyendo o eliminando aspectos ligados a la seguridad social; así también, continuando con la ausencia de una política industrial que contemplara la investigación y el desarrollo tecnológico; lo que por supuesto, dejó a la fuerza de trabajo sin posibilidades de acceder a empleos mayor valor.
Dentro del TLCAN, un factor positivo fue el aumento de las importaciones mexicanas a EE. UU., impulsado por la disminución en los aranceles: lo que favoreció a nuestro país en la balanza comercial.
El tercer caso presentado y analizado por el Dr. Gereffy fue el concerniente a la competencia entre México y China por el mercado Estadounidense; destacando que, México ya traía un trecho recorrido en su relación con los Estados Unidos a través del TLCAN; mientras que China, aunque ya había sido detectado por los norteamericanos desde la década de los setenta como un potencial mercado laboral de mano de obra barata; no fue sino hasta el año 2000 que entró de lleno a la pugna por el mercado de Los EE. UU.
Sin embargo, derivado de los planes establecidos por el gobierno chino desde 1978, por medio de programas de desarrollo y crecimiento en los distintos ámbitos de la vida de ese país, en 7 años China cambió la ventaja competitiva con México.
Estados Unidos vio a China en un principio como un gran maquilador; como: “La Gran Fábrica del Mundo”; siendo la primordial ventaja de los chinos su mano de obra barata y extendida; posteriormente, los norteamericanos ya los vieron como su competidor, a la par, el costo de la mano de obra de los trabajadores chinos se encareció desde el inicio del siglo actual.
El Avance de China no es asunto casual; sino que forma parte de un esquema estratégico con apoyo del Estado; de forma tal, que se estaba en presencia de una estrategia de mediano y largo plazo; que contempló su ingreso en el año 2001 a la Organización Mundial de Comercio (OMC); inversiones estratosféricas en investigación y desarrollo tecnológico, de ahí que hoy sea el país con el mayor número de ingenieros en el mundo y otro aspecto fundamental de sus planes fue su apertura a la inversión extranjera directa.
Es el caso, que hoy los Estados Unidos ya no ven a China como un competidor, sino como un problema de seguridad nacional al que enfrentan.
Por hoy el espacio se nos terminó, concluiremos la siguiente semana, saludos cordiales.
Luis Escobar Ramos
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