Epidemias y curiosidades. Lo insólito colectivo

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Epidemias y curiosidades. Lo insólito colectivo

Miércoles, 29 Enero 2025 00:00 Escrito por 
Ivett Tinoco Ivett Tinoco Matices

La historia de las pandemias y los comportamientos colectivos inusuales está llena de episodios tan sorprendentes como desconcertantes. Desde enfermedades devastadoras que arrasaron poblaciones hasta respuestas humanas completamente impredecibles, queda claro que lo desconocido nos pone creativos... aunque a veces de formas extrañas.

Un patrón curioso que ha fascinado a historiadores [y a fanáticos de las coincidencias] es la aparición de pandemias significativas en intervalos de aproximadamente un siglo. Veamos algunos ejemplos:

  • 1320: La Peste Negra germinó en Asia Central, recorrió la Ruta de la Seda y se esparció por Europa como un invitado no deseado, llevándose a un tercio de la población. Fue el primer brote que nos recordó que compartir demasiado [en este caso pulgas y bacterias] podía ser mortal.
  • 1520: La viruela llegó a México como parte del “paquete” de los conquistadores españoles. Fue tan efectiva que ayudó a sellar la caída del Imperio Azteca. Los relatos históricos dicen que, mientras los indígenas combatían de día, la viruela hacía su trabajo en las noches, sin descanso.
  • 1820: El cólera apareció en Asia, impulsado por la falta de agua potable, y dio inicio a una serie de pandemias que azotarían al mundo en el siglo XIX. Esta enfermedad nos enseñó una valiosa lección: si no cuidas tus fuentes de agua, el agua cuidará de ti... pero de la peor manera.
  • 1920: En China, la peste neumónica devastó comunidades, un recordatorio de que las enfermedades, aunque más controlables gracias a avances médicos, seguían siendo una amenaza.
  • 2020: La pandemia de COVID-19 nos paralizó, transformando nuestras rutinas y dando lugar a fenómenos insólitos como el inexplicable frenesí por comprar papel higiénico. Porque claro, si algo iba a definir nuestra capacidad de adaptación ante una pandemia global, sería eso.

Sin embargo, más allá de las pandemias, el comportamiento humano frente a lo desconocido ha generado algunos de los episodios más raros de la historia. ¿Cómo reaccionamos al miedo o al estrés colectivo? A veces con respuestas que nos hacen pensar: ¿De verdad somos esta especie? Aquí algunos casos dignos de una película surrealista:

  • La epidemia de maullidos [Francia, Edad Media]: Un convento de monjas comenzó a maullar como gatos. Sí, ¡maullidos! Se creía que estaban poseídas, y la solución más razonable [según la lógica medieval] fue golpearlas con latigazos hasta que dejaran de “ronronear”. Algo nos dice que no estaban pensando en terapia psicológica como opción.
  • Las monjas mordelonas [Alemania, Holanda e Italia]: Otro caso curioso surgió cuando monjas empezaron a morderse unas a otras. Esto no sólo fue un fenómeno local, sino que la histeria se extendió a varios países. ¿Fue una especie de “moda”? Nunca lo sabremos, pero sin duda causó problemas en la vida conventual.
  • La epidemia de baile [1518, Francia]: En Estrasburgo, decenas de personas comenzaron a bailar sin parar, incapaces de detenerse. Lo más insólito fue la solución de las autoridades: contratar músicos para que la gente siguiera bailando... hasta que se desmayaran. Básicamente, "si no puedes con ellos, únete al ritmo."
  • Los juicios de Salem [1692]: Más allá de las acusaciones de brujería, hubo un extraño fenómeno de tiritones, desmayos y sensaciones de alfilerazos entre las niñas del pueblo. Este comportamiento desató una histeria colectiva que terminó en los tristemente célebres juicios y ejecuciones.
  • La epidemia de risa [1962, Tanzania]: En un internado femenino, un ataque de risa incontrolable comenzó entre las estudiantes y se extendió a casi 1,000 personas, durando 18 meses. Si bien suena divertido, el fenómeno dejó comunidades paralizadas y mostró cómo el estrés puede convertirse en algo... contagioso.
  • Los desmayos masivos y el miedo colectivo [épocas diversas]: Desde multitudes desmayándose en sermones religiosos hasta misteriosas “epidemias” de desmayos en fábricas, estos episodios demuestran que la mente humana puede ser tan poderosa como para generar síntomas reales a partir de emociones compartidas.

Incluso en tiempos modernos, los fenómenos colectivos siguen presentes. Durante la pandemia de COVID-19, presenciamos comportamientos que podrían estar en la lista de lo insólito: el acaparamiento irracional de productos como papel higiénico, el furor por la levadura para hacer pan casero, o el uso masivo de videollamadas, donde muchos pretendían mostrar que si llevaban puestos sus pantalones mientras trabajaban desde casa.

La historia nos deja una lección importante: enfrentados a lo desconocido, los humanos solemos reaccionar de formas que oscilan entre lo ingenioso, lo absurdo y lo francamente hilarante. Aunque cambien los contextos y las épocas, parece que la incertidumbre siempre saca lo más peculiar de nosotros. ¿Quizás sea nuestra manera de lidiar con el caos? Después de todo, ¿qué otra especie puede enfrentar una pandemia mundial y salir con una receta de masa madre bajo el brazo?

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Ivett Tinoco García

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