Nada le devolverá la vida a Lesly Rosas, pero su deceso no será en vano, hay que prevenir que más familias lloren por la muerte de un ser querido por accidentes donde está involucrada una unidad del transporte público de pasajeros.
El Gobierno Mexiquense no puede ser omiso, y de oídos sordos, se perdió la vida de una joven de 22 años que recién había terminado la carrera de psicología. Lesly Rosas murió por una muy lamentable imprudencia.
El pasado miércoles 5 de febrero de este 2025, en Toluca se escribió una terrible historia de dolor, la moto DIDI en la que viajaba Lesly fue arrollada por un autobús de pasajeros de la línea CTTSA con número económico 811, en la intersección de las calles Paseo Tollocan y Heriberto Enríquez, al sur de la capital mexiquense.
El chofer del autobús al quererse dar a la fuga movió la unidad de reversa, esquivando con la llanta delantera la moto, pero la llanta trasera, le quitó la vida a Lesly.
El servicio del transporte público de pasajeros al tener más horas en circulación es claro que son más propensos a registrar un accidente; sin embargo, el número de accidentes fatales en los que participan son muchos, y esos accidentes serían prevenibles, porque la mayoría ocurre por el exceso de velocidad, por las carreritas para ganar pasaje, y en este caso porque el chofer quiso fugarse y evadir su responsabilidad.
Esa tarde, Lesly Rosas tenía planes de salir a comer con su grupo de amigas, pues habría que festejar el término de su carrera profesional. En un inicio quería estudiar medicina y como ocurre muchas veces los lugares insuficientes la llevaron a Psicología, carrera que terminó con gusto, ya quería incorporarse al mundo laboral, además de iniciar sus estudios de maestría de la mano con su gran pasión que era la música, la balada pop y regional mexicano, abriendo a artistas ya consolidados.
Lesly, la princesa de la familia, noble, alegre, positiva y siempre tratando de ayudar, su muerte no puede quedar sin justicia.
Una imprudencia, arrebató una vida, enlutó a una familia, el chofer está libre, la empresa ganando dinero, evadiendo la ley y la familia de Lesly llorando su muerte y exigiendo justicia.
Dicen las autoridades que no pueden detener al chofer que se presentó de manera voluntaria a declarar, ¡que noble acción de su parte!
Toda acción tiene una reacción, una consecuencia, y si el chofer de la unidad después del incidente no se hubiera dado a la fuga, quizá la historia de Lesly sería diferente.
¡Su familia exige que se haga justicia, que paguen las consecuencias de sus actos los involucrados!
¡Justicia para Lesly!
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