Con un mejor planteamiento por parte del Instituto Nacional Electoral para el desarrollo del primer debate presidencial entre los candidatos que compiten para sustituir al presidente Enrique Peña Nieto, en las elecciones a celebrarse el domingo primero de julio de este año, y teniendo como escenario el Palacio de Minería que se encuentra en el Centro Histórico de la Ciudad de México, éste domingo 22 de abril se vieron frente a frente los cinco aspirantes al cargo más importante de nuestro país.
Con una mejor propuesta en el formato planteado por el INE, éste refrescó la forma en la que se habían organizado este tipo de eventos, destacando la oportunidad que tuvieron los avezados periodistas convocados para manejarlo, organizando los tiempos, y agregando su experiencia con el filo de las preguntas que pudieron plantear a los contendientes, varias de ellas, incomodas, y dadas las circunstancias y su desarrollo, Denise Maerker, Azucena Uresti y Sergio Sarmiento, lucieron en sus intervenciones.
Las participaciones de los aspirantes a ocupar el cargo de Presidente de México, dejó ver la capacidad que tienen de presentar la oferta que promueven, su preparación, la exposición de sus ideas, el aplomo y la habilidad para defenderlas, y los que salen ganando, sin duda, fueron los ciudadanos, pero también destaca la oportunidad de mostrar el ingenio mexicano, que no dejó pasar el momento y manifestar el humor, a través de una gran cantidad de memes.
La intervención de cada aspirante dejó ver su personalidad, esto debería abonar para que el ciudadano común pudiera destacar, según su criterio, sus necesidades y pensar en quién de ellos puede ser capaz de proporcionarle la solución a lo que él y su familia necesitan, sin embargo; en el caso de que ya simpatice con alguno, no se permitirá la posibilidad de hacer un análisis objetivo de lo sucedido el domingo por la noche, porque siempre estará en su mente la idea de que al que se eligió previamente es el mejor, celebrando cada propuesta o cada respuesta a los cuestionamientos de los demás rivales o de los periodistas que dirigieron el acto, pero, es así como debe ser, no siempre tendrán la oportunidad de ser arropados por su equipo de asesores, pues como en este caso, tendrán otros muchos en los que deberán exponer y defender su propuesta o punto de vista, por lo que el ejercicio del debate, es la mejor forma de ser testigos de esa capacidad.
Margarita Zavala, candidata independiente, se mostró errática y nerviosa, varias preguntas que le hicieron, en particular los periodistas que se encargaron de dirigir el episodio democrático, no las entendió o contestó lo que quiso, sólo cuando hablaba de las mujeres y de cómo las iba a defender, levantaba la barbilla y recitaba sus propuestas, pero, no fue posible tanto medir su temple ante la carencia de preguntas difíciles, sí las tuvo, pero fueron pocas. El otro independiente, Jaime Rodríguez, "El Bronco", lució muy bien, con personalidad, muy a su estilo, pero determinante y directo, salvo el pecado de su propuesta de cortarle la mano a quien robe, aunque más bien, con ello pretendió encender una lucecita de esperanza para su candidatura, y de alguna manera lo logró, por lo menos a juzgar por los memes, ya que con la propuesta tuvieron mucho material para proyectar su imaginación.
José Antonio Meade Kuribreña, dejó ver su preparación, su solvencia, aunque le hace falta ser contundente, parece que mostrar emociones no es fácil para él, aunque se vio sobrio y respondió cuando fue cuestionado, en momentos con esas preguntas complicadas, pero no dejó de responder, aunque aún le hace falta prender con el electorado, y peor aún, tiene que cargar con las culpas y pecados de tantas acusaciones y señalamientos a integrantes del partido que lo postuló.
Ricardo Anaya, a pesar de las batallas que ha tenido que librar para defenderse, no se hundió y aprovecho muy bien el primer debate, con magnifico control de voz de lenguaje corporal y con una imagen fresca, con la cual se puede presumir un acercamiento lógico a ese grueso de juventud que tanto desean los demás, por momentos se hizo dueño del escenario, respondió y atacó en ocasiones con contundencia, sin duda, puede significar mucho para su candidatura.
Andrés Manuel López Obrador, todo el mundo sabía que en su posición, de liderar todas las encuestas que miden el nivel de aceptación de los ciudadanos, sería el más atacado, se veía venir, y es completamente normal, sin embargo, también se vaticinaba que el tabasqueño evitaría la confrontación, una, porque no le conviene, dado su limitada capacidad de respuesta en debates de frente; y dos, porque sabiendo esto, posiblemente sus asesores le recomendaron no enojarse para no mostrar esa faceta tan propia de él, que lo pintaría tal y como es, y con ello, empezar a perder la amplia ventaja con la que cuenta en las preferencias.
Sin embargo; uno puede esperar que como líder en la carrera presidencial, se trata de un personaje que impone con su presencia, que resulta ser la envidia de todos, y en un momento pensé que podría estar esperando y guardando el minuto y medio cuando en uno de los segmentos, la mayoría se había quedado sin tiempo, para entonces ser contundente y restregarles en la cara a los demás que hicieran lo que hicieran, él va a la cabeza y con determinación dejar en claro las cosas de una vez por todas. Pero no, siento decirlo, pero ya me esperaba el escenario que se dio, el de escabullirse con miedo a perder su posición, de la que presume tanto, pero que no sabe defender, la cobardía se aprecia a simple vista, preguntas directas, no contestó, y cuando quiso hacerlo, lo hizo mal o limitado, pero, los cuestionamientos más complicados se los hizo Anaya, quién mostró una muy buena preparación para sus intervenciones, tanto así, que el tabasqueño se fue sin despedirse al finalizar el evento, y hasta parece que llegó corriendo a su despacho en donde ha hecho muchos de los videos que ha compartido por redes sociales, para sentirse seguro y decir a sus seguidores, que él ganó y que no contestó, porque NO TUVO TIEMPO (¿?).
Lo que vimos el domingo resultó ser un mejor y más ágil formato, destacando la libertad que tuvieron los distinguidos periodistas encargados del enfrentamiento, y si hay que darle el triunfo a alguien en el debate, a mi parecer, quedó entre Anaya y Meade, lo que sucedió con López Obrador, y después de conocerlo muy bien por su eterna campaña, que ha durado mas allá de tres sexenios, no fue novedad, pero, por eso mismo, parece que es el mejor posicionado, no por ello, insisto una vez más, se trata del mejor candidato.
Ahora tendremos que esperar al segundo debate, pero éste primero marcará las condiciones en las que se desarrollará el resto de la campaña, serán los estrategas que se pongan a trabajar, ya se midieron, y ya saben por donde hay que mejorar y corregir, aún falta mucho y me quedo con lo que le recetó Jaime Rodríguez a Andrés Manuel, aun no ganas… y tiene razón, aun no hay votos, no hay vencedor y durante el resto de la contienda, pueden pasar muchas cosas, así que …
