El enojo presidencial
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El enojo presidencial

Miércoles, 22 Octubre 2025 00:10 Escrito por 
Lo bueno, lo malo y lo serio Lo bueno, lo malo y lo serio Alfredo Albíter González

Frente a los problemas propios y heredados, la presidente Claudia Sheinbaum Pardo cada vez contiene menos la compostura y sale a relucir la poca tolerancia de la que es capaz de tener. Los episodios en los que manifiesta su malestar se repiten con más frecuencia y dejan ver un desgaste en su persona que, hasta podría considerarse como normal, de acuerdo con todo lo que ha tenido que hacer durante su primer año de gobierno.

Independientemente de su discurso en mérito de su primer informe de gobierno y en el que, por supuesto, presumió logros de su administración, la realidad no puede esconderse, por más que se esfuerce en hacerlo, pero existe esa necia existencia del México actual que exhibe brutalmente cualquier manifestación contraria a la que padecen todos los días millones de mexicanos.

Todo empieza por la obligación “heredada” de salir todos los días a tratar de imponer una versión creada desde el Estado, y por la que ha tenido que doblegar hechos, números, acciones, delitos, en fin, todo, con tal de acomodar los hechos a las palabras. Su mayor problema ha sido atajar los pocos cuestionamientos que se permiten en su aparición mañanera.

Los críticos refieren que se les da el uso de la voz a unos cuantos independientes con el propósito de hacer creer a la comunidad que de verdad se está llevando a cabo una conferencia de prensa, en la que se ofrece un diálogo circular para que no se manipule la información; no obstante, los hechos rebasan los límites manejados por el oficialismo.

Como lo hizo durante todo su sexenio el expresidente Andrés López Obrador en ese espacio abusivo de propaganda gubernamental motejado como “las mañaneras”, y que fue presentado como un espacio de rendición de cuentas; contrario a lo cual sirvió para señalar, denostar y calumniar a sus adversarios, al tiempo que, feliz, provocaba un enfrentamiento al interior de la sociedad (buenos contra malos; “conservas” contra el pueblo sabio).

El cinismo que caracterizó al arrogante tabasqueño, sin embargo, no se puede repetir por más que lo intente la presidente, porque al hacerlo refleja una desafortunada copia al carbón de su antecesor; eso no le ayuda ni a su imagen ni a lo que intenta presentar para diferenciarse de López.

Es precisamente esa desafortunada condición la que tiene que enfrentar a diario Sheinbaum; sólo que, a diferencia de López, cuyo cinismo puede encontrar alcances aún no descubiertos, presenta un protagonismo opaco y carente de la conexión que sí tenía López; eso se nota.

Existen, sí, grandes diferencias en el desarrollo de sus acciones. Una de las más importantes es el cambio de estrategia con respecto a la seguridad pública que, aunque la presidente no lo diga, los hechos demuestran que la supuesta estrategia de López de “abrazos y no balazos” no solo se puede percibir como una vacilada, más bien, fue contubernio; así lo han dado a conocer los medios de comunicación y la propia población, sin dejar de mencionar lo revelado por el grupo de hackers de Guacamaya Leaks. Existen complicidades inconfesables.

Las cosas se le amontonan a la nueva titular del Ejecutivo, especialmente porque tiene que acarrear con la serie de malas decisiones que le dejó Obrador; no es nada sencillo. A propósito, gracias a una de ellas, la Marina tiene el honor en entredicho debido al contrabando de combustible, que ha ocasionado un daño irreparable a las arcas públicas, pues dejó de recibir una gran cantidad de dinero en impuestos por culpa del huachicol fiscal.

Como consecuencia de lo anterior, se desató un escándalo nunca antes visto que involucra a la noble institución; ahora, la mandataria quiere revertir el daño y, para ello, ha determinado que la Marina se encargue de aeropuertos y aduanas (¿será suficiente?); sin embargo, a pesar de las detenciones de marinos, las implicaciones de los hermanos Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna, militares de alto rango y familiares del exsecretario de Marina José Rafael Ojeda Durán, a la par de la declaración del actual secretario almirante Raymundo Pedro Morales, quien señaló: “fue muy duro aceptarlo, pero hubiera sido absolutamente imperdonable callarlo”, con respecto a la corrupción detectada al interior de la institución, parecen ser insuficientes. No se investiga a los peces gordos.

Súmele usted a esa maleta que carga la mandataria la enorme cantidad de cosas que se han ventilado por viajes, casas, ranchos, lujos y escándalos de importantes personajes de la 4T que a diario tiene que salir a atajar. No le ayudan, hasta parece que le minan a propósito el camino.

La naturaleza tampoco colabora, la pone a prueba. El desastre ocasionado por las lluvias e inundaciones, en las que murieron 76 personas y 27 permanecen desaparecidas en varias entidades, podría ser una gran oportunidad para mostrar alcances de altura, como se le presentó al gobernador mexiquense Alfredo del Mazo al inicio de su gobierno y que terminó por desaprovechar. En Veracruz se hizo acompañar por la gobernadora Rocío Nahle García, quien habría hecho una desafortunada declaración al señalar que el río Cazones se había desbordado “ligeramente”. Intentar minimizar las cosas no es la solución.

Por lo acontecido en las zonas de desastre, es natural que el espectáculo protagonizado por los damnificados no pudiera ser distinto. Al sentirse abandonados, los pobladores, frustrados y enojados, reclamaron a Sheinbaum, diciéndole de todo. Esto no le gustó nada a la mandataria, cuya reacción se hizo viral al regañar y hacer señas a los afectados de callarse.

Por otro lado, y ante la insistencia de medios de comunicación, políticos y “comentócratas” (como los nombra Sheinbaum), de preguntar sobre el destino del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), llegó la respuesta que no causó sorpresa, pues tomó el camino fácil: su desaparición se debió a las corruptelas halladas en él. Pero no aclara dónde quedaron los recursos, tampoco presenta pruebas, y no hay detenidos; lo que sí es evidente es que las autoridades siempre llegan tarde o no llegan.

Lo peor para el discurso oficial a propósito del Fonden es no haberse percatado a tiempo de que José María “Chema” Tapia Franco, extitular de éste, ex priista y ahora morenista, fue candidato de su coalición a la alcaldía de Querétaro. ¿Será esa la razón por la que todos los involucrados con el partido marrón salieron a deslindarse del “Chema”?

Puede concluirse entonces que se entiende el enojo de la presidente. Cabe preguntar: ¿cómo cambiar las cosas? No puede, porque no quiere, pues tiene el poder y las condiciones para hacerlo. El tiempo pasa y su actitud demuestra que no está convencida de salirse de la ruta trazada por el constructor de este régimen.

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