Las oficinas de comunicación social en las diferentes dependencias del gobierno federal no desaparecerán. El anuncio inicial que planteaba su extinción, ya fue modificado. Era natural.
Jesús Ramírez Cuevas, periodista e integrante del equipo asesor del –ahora sí- presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, expresó hace unos días la necesidad de mantener una estructura especializada en cada sector de la administración pública.
“El gobierno es un ente complejo, cada secretaría lleva temas que requieren de una especialización y comunicación de los temas y de las políticas públicas y de los mensajes al respecto y requieren de oficinas para poder comunicar”, expresó Ramírez Cuevas en una entrevista con el Financiero TV.
Tan no desaparecerán que ya trabajan diferentes equipos para reestructurar las oficinas de comunicación –no sólo del Poder Ejecutivo, sino también en el Poder Legislativo- y a partir de ello replantear el modelo que ha operado desde hace varios años.
En este momento de transición, la presencia de López Obrador y quienes se perfilan para integrar su gabinete, han ocupado importantes espacios en los medios de comunicación; muchos de ellos ya lo llamaban “presidente electo”, aún sin tener la constancia de mayoría, que el pasado miércoles le otorgó –por unanimidad- el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Naturalmente, la expectación y la actualidad –como factores de interés periodístico- les permiten definir la agenda mediática, desde el pasado primero de julio por la noche hasta esta fecha. El vacío que ha dejado el actual gobierno de la República le favorece; sin embargo, en cuanto inicie su administración -el sábado primero de diciembre-, comenzará la verdadera presión: resolver los problemas que afectan a millones de personas en este país y explicar la toma de decisiones. Cubrir la alta expectativa.
Concentrar todo en la Presidencia de la República sería un error estratégico. Cuando en una institución la comunicación se enfoca solo en la “máxima autoridad” que la representa, el desgaste que provoca el ejercicio de poder, termina por agotarlo y seis años son un periodo muy largo para solo una persona.
En el Congreso de la Unión ya revisan las formas de comunicar y los equipos se encuentran trabajando en la redefinición de los planes, las estrategias y los programas de comunicación, que deberán ejecutarse a partir de septiembre próximo, cuando entren en funciones los nuevos diputados federales y los senadores de la República.
La próxima semana se conocerá a quienes encabezarán las áreas de comunicación, tanto en la Cámara de Diputados, como en el Senado de la República.
En el fondo, lo que busca el nuevo régimen es redefinir la relación con los medios de comunicación y plantear sus propias “reglas de juego”. Se trata de establecer a los nuevos interlocutores entre los propietarios y directivos de medios y las autoridades surgidas de la elección de julio pasado. Definir un nuevo orden, que no necesariamente será mejor.
Si en verdad desean transformar esos criterios para la asignación de publicidad oficial, los nuevos legisladores federales deberían abrir el debate en esa materia y eventualmente abrogar la Ley General de Comunicación Social, publicada el pasado 11 de mayo y que entrará en vigor el primero de enero de 2019.
La concentración del presupuesto en una sola instancia del gobierno, no es nuevo. Muchos gobiernos así operan desde hace varios años. Los resultados están a la vista.
PERCEPCIÓN
Hace algunas semanas se observa un reposicionamiento del Gobierno del Estado de México y particularmente del gobernador Alfredo Del Mazo Maza. La estrategia de colocar contenidos informativos, empieza a notarse en medios electrónicos. De menos a más comenzará a re-significarse el liderazgo político. Esperemos que no descuiden la trinchera local.
GRACIAS
Mi familia agradece a quienes nos expresaron su afecto y solidaridad por el fallecimiento de mi madre. Su presencia, física y espiritual, nos fortalece en este proceso. Los abrazamos fuerte.
