El nuevo sistema acusatorio penal es un ambicioso modelo que se ha implementado en todo el país, dentro de las novedades que contempla, están los Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias, éstos tienen como finalidad propiciar, a través del diálogo, la solución de las controversias que surjan entre miembros de la sociedad con motivo de la denuncia o querella referidos a un hecho delictivo, a los que se puede tener acceso desde el inicio del procedimiento y hasta antes del dictado el auto de apertura a juicio o antes de formularse las conclusiones de resolución del caso.
En el caso del ex gobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa, se solicitó la aplicación de uno de estos mecanismos, el procedimiento abreviado, el cual aceptó la Procuraduría General de la República (PGR), quien a su vez solicitó se aplicara en contra de JaviDu la pena mínima correspondiente a los delitos de Asociación Delictuosa y Lavado de Dinero, lo que dio como resultado una pena de 9 años de prisión, el decomiso de 41 bienes y una multa de 58,800 pesos, lo que obviamente no le causó ningún problema aceptar dichos términos de la fiscalía, condición ésta, para que el procedimiento solicitado se hiciera efectivo.
Independientemente de la molestia que esto ocasiona a la sociedad en general, por tratarse de uno de los villanos más odiados en los últimos tiempos, se trata de un ciudadano mexicano, con derechos, a los cuales, como cualquiera se acoge a los beneficios que el nuevo procedimiento le ofreció, las instituciones están establecidas precisamente para cumplir un fin, y éste, se ha cumplido.
Y para colmo, el tiempo de condena puede acortarse con la obtención de otros beneficios, como el que le sean contados los días que ha permanecido bajo resguardo de la justicia, por lo que el resultado después de todo lo que tiene a su alcance, dejará aun menos contento al pueblo. Sí, a pesar de los pesares, de los señalamientos del saqueo del que se le acusa, de la disposición de recursos destinados a la atención de menores con cáncer, entre otras muchas cosas.
Porque una cosa es lo que se ventila por medio de los medios de comunicación, contemplándose todos los utilizados, para dar a conocer la clase de persona que es éste cínico político, y otra muy diferente, lo que la autoridad persecutora de los delitos ha podido comprobar ante un juez, que es, a final de cuentas, en base a las pruebas presentadas que acrediten su culpabilidad en otros delitos, quien tendrá que determinar si se comprobó el hecho delictuoso del o de los que se le acusa, o no.
En algunas ocasiones las diligencias que practica la autoridad investigadora no llegan a cumplir su cometido por ventilarse datos que son importantes para una investigación, y terminan por inutilizar la acción de la justicia, cuya labor, en algunos casos, debe ser secreta, de no ser así, cualquier trabajo de esa instancia se vería en serias dificultades para poder acreditar un hecho delictuoso.
Es la ley, y por muy enojados que se encuentren los ciudadanos, es un derecho del impresentable, en este sentido, no valen las comparaciones, cada caso es juzgado en forma particular, se trate de quien se trate, así debe ser, pero, también deja al descubierto la falta aplicación para comprobar otros delitos, por los que se le pudo haber juzgado, eso le corresponde al órgano acusador, y si no cuenta con pruebas para demostrar un delito diverso, no es culpa de Duarte.
Misma condición aplica con la maestra Elba Esther Gordillo, por el hecho de obtener un beneficio, o que al final no haya sido posible demostrarse ante la autoridad judicial las acusaciones que sostenían en su contra, en consecuencia, queda en libertad. Ahora, esto no quiere decir que en realidad sea casi una santa como aparentemente pretende aparecer, sino que es lo que la autoridad no pudo demostrar.
Estos y otros temas hacen dudar a la sociedad sobre la aplicación de la ley, y que insiste con una pregunta, ¿por qué si todos sabemos que son culpables, no se quedan más años en la cárcel?. Aquí sí es importante señalar que los medios de comunicación juegan un papel muy importante, y que involucran inevitablemente a la sociedad en general, los medios tienen el deber de informar, apuntando, de la manera más objetiva posible, lo que logran saber a través de una investigación, que en muchos de los casos tiene que lidiar con alguna autoridad hostil, que no desea cooperar con la información, porque de ser así, se lograría un enlace entre el quehacer legal y el que corresponde a la prensa.
Por esta circunstancia es que la información queda a deber en muchos casos, pero es difícil conciliar este problema. Aunque en razón de la verdad, el trabajo de investigación de los informantes, muchas veces supera a lo realizado por la autoridad, o tal vez, por la condición de ocultar algo para beneficio de alguien es que aparentemente no se logra demostrar su culpabilidad (sospechosismo puro, nada más).
Es ahí en donde la prensa juega un papel más importante, al sacar a la luz asuntos que se ocultan, obligan a la autoridad a investigar o a manifestarse al respecto, por un caso en concreto, y para ello, existen muchos ejemplos, por eso mismo, los medios de comunicación se convierten en dolor de cabeza para muchas autoridades, que se ven impedidos en seguir escondiendo asuntos que son de interés general.
Por lo tanto, debe haber un sano acercamiento entre autoridad y medios de comunicación, para que unos cumplan con su obligación y otros cuenten con la información sin necesidad de que el trabajo de los reporteros obstaculice el de la autoridad, pero la condición seria, que la autoridad no intentara ocultar las cosas para beneficiar a alguien, siendo culpable.