El servicio que otorga el transporte público en la zona sur del Estado de México es, sin duda, fundamental para el desarrollo de los municipios y comunidades de esa región; sin embargo, los prestadores del servicio han tenido que lidiar desde hace más de diez años con los estudiantes de la Normal de Tenería, que se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para los empresarios.
Y parece ser que las cosas se recrudecen, pues el delegado de la Cámara Nacional de Autotransporte Pasaje y Turismo (CANAPAT), Odilón López Nava, reventó en contra de los estudiantes por la sustracción en los últimos días de 60 unidades con sus operadores, lo que dio como resultado la suspensión del servicio, afectando principalmente a los usuarios de Tenango, Tenancingo, Ixtapan de la Sal, Xalatlaco y Santiago Tianguistenco, reportando pérdidas económicas de aproximadamente 8 millones de pesos.
El delegado de la CANAPAT pidió al gobierno federal que la Normal Rural de Tenería sea cerrada o reubicada para evitar más daños en contra del transporte público del sur de la entidad, principalmente contra la línea Flecha Roja, argumentando que dicho plantel sólo ha formado delincuentes, y refiere que no se tiene registros de una aportación positiva a la sociedad por parte de estudiantes o egresados que realmente estén devolviéndole a la sociedad o a este país lo que cuestan.
Es comprensible el malestar que muestra Odilón López, por el daño económico y de libertad de los operadores, que les ha venido ocasionando las manifestaciones y protestas de los normalistas a los empresarios del transporte; sin embargo, y sin la intención de minimizar la merma económica, los usuarios son quienes resultan ser los principales afectados, pues con ello se ven impedidos a realizar sus actividades diarias; no obstante, estas declaraciones deben ser consideradas por el motivo que fueron expresadas.
Aun así, no es posible ignorar las palabras del delegado, son decenas de autobuses de la línea Flecha Roja los afectados, principalmente, además de reportarse una pérdida de más de 600 mil pesos diarios; en efecto, se vulnera su derecho a trabajar y de los usuarios de tener transporte. En tanto, algunos transportistas anunciaron que se instalarán afuera de las instalaciones del plantel educativo para exigir el cese de los actos violentos en su contra y la liberación de las unidades y operadores retenidos, condición que ya no será necesaria, pues ya se realizó, aunque las unidades se encuentran en muy malas condiciones, con un costo en promedio de reparación de hasta 180 mil pesos por cada una.
De las declaraciones del delegado de CANAPAT resalta lo siguiente: “Lo que estamos viendo es cada vez una mayor crisis de esta problemática, que si bien es cierto hay muchas normales en el país, pero ésta ha sembrado solamente problemas, odio, impunidad y esto es lo que hasta este momento pudiéramos decir”, finalizó Odilón. También dio a conocer que existen carpetas de investigación por los delitos de secuestro, daño en propiedad ajena y robo con violencia, en contra de quienes resulten responsables.
Por otro lado, la Escuela Normal Rural “Lázaro Cárdenas del Río”, con sistema de internado para jóvenes de escasos recursos económicos, mejor conocida como Normal de Tenería, se encuentra ubicada en la carretera Tenancingo-Malinalco, kilómetro 4.5, en la localidad de San José Tenería (Tenería), municipio de Tenancingo, es una escuela de Licenciatura Pedagógica, de control público (Federal Transferido).
La Normal Rural de Tenería cuenta con más de 90 años de existencia; tiene como objetivo la formación de maestros de las comunidades campesinas e indígenas más pobres del país. Es totalmente gratuita, con un sistema de internado y becas alimentarias. Como ésta, existen otras 16 más en diferentes entidades, aunque como institución cuenta con poco apoyo, la mayoría de los alumnos son pobres, y vienen de diferentes estados como Coahuila, Hidalgo, Morelos, Puebla, Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Campeche y Veracruz, el apoyo que brinda el Gobierno de la entidad, comenta el personal de la Normal, apenas alcanza para mantener el comedor y pagar la luz y el agua, lo demás, lo obtienen de bloqueos, mítines o plantones, en donde piden cooperación.
Esta escuela Normal es una de las supervivientes que se crearon en 1920, llegaron a existir 37, pero en el sexenio de Miguel de la Madrid se redujeron a 17, actualmente el gobierno federal ya no se hace cargo de su manutención. La Normal de Tenería pasó de tener una matrícula de mas de mil estudiantes, a una por debajo de las 500 inscripciones, más de cien jóvenes egresan cada año, la reducción en inscripciones se dio después de lo ocurrido en Ayotzinapa, Guerrero en 2014.
Como bien se puede apreciar, existen contradicciones entre estudiantes y transportistas que impiden la conciliación, y es obvio que la única forma de superar los antagonismos es entrar al campo de la comprensión para poder entender las posiciones opuestas, de lo contrario, no se encontrará un equilibrio sin la necesidad que ninguna de las dos partes renuncie a sus derechos, pero los transportistas no pueden continuar siendo complacientes, como lo ha sido la autoridad, pues la tolerancia encuentra su máximo y, por otro lado, es genuino el reclamo de atención de los normalistas.
En lo que va de 2017, se registraron siete ataques de los estudiantes de la Normal Rural Lázaro Cárdenas de Tenería, sustrajeron de diferentes terminales ubicadas en el sur de la entidad, un total de 334 unidades para los traslados de sus mítines. Tan sólo el mes pasado, la retención de autobuses fue de 88, tanto de Flecha Roja como de Estrellas del Centro y Águila, filiales de la línea foránea en el sur del estado.
La moneda está en el aire, ¿cuál será la intervención del gobierno del Estado de México?, y especialmente, ¿quién la hará para poder encontrar una solución al conflicto añejo? No es posible apartarse de los intereses de unos, a pesar de los desencuentros de últimas fechas y las necesidades de otros.