Pescados y mariscos. La agencia española de seguridad alimentaria, recomienda evitar el consumo de pez espada, tiburón, atún rojo y mariscos, por lo menos durante los primeros diez años de vida. Estos poseen grandes cantidades de mercurio, metal que puede acumularse en el tejido graso produciendo intoxicaciones agudas y aumentando el riesgo de enfermedades a largo plazo. Es de suma importancia que cuando sirvan pescado a sus hijos se aseguren de limpiarlo perfectamente a fin de evitar que contenga alguna espina con la que puedan atragantarse, y consultar a un pediatra para recibir indicaciones a cerca de qué pescados pueden consumir.
Embutidos. Aunque algunos son deliciosos, la mayoría son hechos a base de diversas piezas de carne, vísceras, piel y grasa de distintos animales, así como grandes cantidades de condimentos. Por sus altas cantidades de sal y grasa, no son recomendables para los niños, pues dificultan la digestión haciéndola pesada y lenta. Según los expertos, las salchichas son un riesgo latente de atragantamiento.
Miel de abeja. Los expertos recomiendan no darle miel de abeja a niños menores de dos años, ya que esta puede contener una bacteria que provoca botulismo, y que el inmaduro intestino del bebé no puede combatirla. Aunque es muy importante mantener el consumo de azúcar de los niños controlado, pues los alimentos azucarados sin medida causan obesidad infantil, estrés, hipertensión y diabetes. Lo ideal es que consuman el azúcar que se encuentra de manera natural en frutas y verduras.
Sal en exceso. Muchas personas abusan de la sal o del famoso consomé en polvo, estos productos en exceso pueden causar problemas estomacales, problemas en los huesos, en el hígado y conducir a la obesidad. De acuerdo con la Organización Mundial de la salud, para los niños solo se recomienda una ingesta de tres gramos diarios, ya que al sobrepasar estas cantidades los ponemos en riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares a muy corta edad, además de sufrir retención de líquidos.
Cafeína. Los órganos de los bebés y los niños no están preparados para digerir refrescos, café y té sin sufrir un daño. Estas bebidas principalmente afectan la salud del corazón y está comprobado que pueden causar alergias. Un niño no requiere ingerir grandes cantidades de cafeína para sufrir nerviosismo, dolor de cabeza, malestar estomacal, dificultad para dormir y tensión arterial.
Frijoles. Aunque son un alimento rico y con mucho hierro, fibra y proteína, es muy importante que se los des a tu bebé después de los diez meses y siempre y cuando ya coma de forma regular otros alimentos, de lo contrario los frijoles podrían causarle mucha inflamación, gases y cólicos.
