El pasado 7 de agosto, se llevó a cabo una boda que ocasionó un brote masivo de coronavirus, en el estado de Maine en Estados Unidos, este brote alcanzó incluso a personas que no asistieron a la boda.
Especialistas de el Control y Prevención de Enfermedades, realizaron las pruebas pertinentes, y reportaron que 22 asistentes a la boda dieron positivo al coronavirus, esto desencadenó brotes secundarios y a terceros que en total sumaron al menos 147 casos.
Una celebración que debió quedar como un recuerdo entrañable, bajo el sol del pintoresco pueblo de Millinocket, en Maine, culminó con 7 muertos y al menos 177 personas contagiadas por coronavirus.
Una de las causas de esta tragedia, fue no haber respetado el protocolo establecido de 50 invitados máximo, a esta asistieron 65 invitados más, en total 115 personas.
Primero asistieron a la ceremonia en una iglesia Baptista y posteriormente a la recepción en el salón Big Moose Inn, en un pueblo de 4 mil habitantes. Diez días después 24 asistentes a la boda dieron positivo al Covid-19, por esto se abrió la investigación.
De las 7 personas que murieron, ninguna estuvo presente en la celebración. Un total de 39 casos y seis muertos ocurrieron en un hogar de adultos mayores a 160 km del pueblo; más de ochenta casos se identificaron en una prisiòn a 370 km del lugar de la boda, uno de los guardias asistió al matrimonio.
Hay 10 casos en la iglesia donde se celebró la boda. Ante esto, el pueblo volvió a entrar en cuarentena, a pesar de que es uno de los lugares que inicialmente tuvo reglas muy estrictas de confinamiento y distanciamiento social, con una bajísima tasa de contagio.
Aún no se sabe si el brote fue ocasionado por una persona o más que asistieron a la recepción. Los infectados están entre los cuatro y 98 años, con una edad promedio de 41.
"No podemos bajar la guardia, evitar reuniones en donde no usen mascarillas y estén por lo menos a dos metros de distancia unos de otros", expresó Elmer Huerta, prestigiado oncólogo, media y comunicador radicado en Estados Unidos.