Toluca/Estado de México
En los últimos tiempos, ha sucedido un aumento de fenómenos y anomalías que antes no habíamos visto, y que anuncian quizá un gran cambio en la Tierra. Estos sucesos aislados pueden parecen poco importantes, pero si los analizamos en conjunto, nos lleva a pensar que está sucediendo algo a nivel planetario.
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Una de esas anomalías, es el desplazamiento del Polo Norte magnético, que se encontraba a mil seiscientos kilómetros del norte geográfico cerca de Canadá, sin embargo, las últimas mediciones muestran un resultado diferente, al grado que tuvieron que hacer una actualización de emergencia, pues el Polo Norte magnético se ha desplazado a una velocidad inesperada y más de lo que debería, dos mil trescientos kilómetros en dirección a Siberia.
Lo inquietante es que los científicos no han encontrado una teoría convincente que explique por qué motivo se está produciendo esta alteración, y aunque no creen que esto lleve a una catástrofe de gran escala en la Tierra, sí provoca alteraciones en los sistemas de navegación que utilizan los barcos, aviones y dispositivos GPS.
Pero no sólo está cambiando el campo magnético, también lo está haciendo el Vórtice Polar, que es un área enorme de baja presión y aire frío que rodea a los polos de la Tierra. Se llama Vórtice porque rota en contra de las manecillas del reloj y se encarga de que el aire frío no salga de los polos, sin embargo, los datos satelitales demuestran que se ha ido moviendo hacia el continente Euroasiático y se ha vuelto más débil, lo que provoca que deje salir al aire frío del ártico al resto del mundo.
El vórtice también se está desplazando de América del norte hacia Europa y Asia, esto hace que el frío llegue a otras zonas del mundo. A todo esto, se le añade el desplazamiento del eje terrestre, que hace algunos años generó un tsunami desde Indonesia hasta África, ocasionando grandes pérdidas materiales y humanas.
Según los investigadores, el peso de las masas de hielo del Polo Sur, actúa como un ancla que mantiene en equilibrio al planeta. Por esta razón, la desaparición del hielo de la zona occidental de la Antártida, y la formación de nuevas capas heladas en la zona oriental, podría ocasionar un desequilibrio en el eje terrestre.
La posición del sol también se ha desplazado cientos de kilómetros al norte. Los antiguos habitantes de Canadá, Estados Unidos y Alaska, pasaban horas observando el firmamento para descifrar el clima y el comportamiento de la Tierra, por ejemplo, que el eje de la Tierra no es fijo, sino que se mueve cada cierto tiempo. En un pasado remoto, el clima era totalmente opuesto, quizá estemos atravesando por una transición similar, y esto ya ha sucedido en anteriores tiempos, por lo que no debemos temer a lo que se avecina.
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