Un minuto, 60 segundos son una eternidad para quien está en peligro, cada instante cuenta. Quienes atienden los números de emergencia deben saberlo, porque de su eficacia para dar respuesta depende la vida o la muerte, depende la comisión de un delito o no, depende la captura de un infractor o su huida.
Con la instauración y homologación del número de emergencia #911 uno pensaría que habría una restructuración y profesionalización de quienes atienden los llamados de auxilio.
Sin embargo, pueden pasar hasta tres minutos en contestar, uff una eternidad, cuando un ser querido acaba de sufrir un accidente y deseas atención médica, una eternidad cuando estás en peligro y esperas auxilio, tres minutos, son la diferencia para que un delincuente pueda matar, violar o robar.
En la cadena de atención, de procuración de justicia, al inicio está una operadora, que debe estar preparada para reconocer emergencias reales y no bromas, que sabemos que en época vacacional muchas niñas y niños de manera inconsciente hacen bromas, donde los padres de familia debemos hacer conciencia de la importancia de este servicio que es para seguridad de la población.
Pero quienes están detrás del 911 es obligatorio que sepan reconocer una voz en peligro, dar atención a los llamados, muchas niñas y niños en foros han expresado que su voz no ha sido escuchada cuando han solicitado ayuda, hagamos un buen uso del 911 como sociedad, y como gobierno que se profesionalice a quienes atienden llamados telefónicos de emergencia.
En contraste, existe quien con total profesionalismo han inhibido la comisión de un delito o una tragedia como un suicidio, a ellos nuestro reconocimiento y gratitud.
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#VozDeMujer
