El mes de junio pasado, la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD por sus siglas en inglés), publicó su Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2019. Destacan varios elementos.
El primero es que la inversión extranjera directa (IED) mundial bajó un 13 % en 2018, a 1.3 billones de dólares, en comparación con 1.5 billones el año anterior, lo que marca su tercer año de descenso consecutivo.
En segundo lugar, se destaca que esta contracción se vio en gran medida precipitada por la repatriación de los beneficios de las empresas multinacionales de los Estados Unidos, que aprovecharon las reformas tributarias introducidas por ese país en 2017 precisamente con ese fin; en otras palabras, Trump está teniendo éxito con algunas de sus medidas.
En tercer lugar, los países más afectados por esta repatriación fueron las naciones desarrolladas, en los que los flujos cayeron en una cuarta parte, a 557.000 millones de dólares, un nivel que no se registraba desde 2004.
Señala también que la mitad de las 20 principales economías receptoras del mundo son economías en desarrollo y en transición.
Entradas de IED: veinte principales economías receptoras
(En miles de millones de dólares)
Fuente: UNCTAD
Como podrá apreciar usted amable lector, lectora, Brasil y México aparecen en esta lista, con la característica de que ambos países han perdido una posición dentro de los países receptores.
Pero veamos. En general, los flujos de IED a América Latina y el Caribe disminuyeron un 6 % en 2018, a 147,000 millones de dólares.
Los flujos a América del Sur cayeron un 6 %, a 101,000 millones de dólares, debido al descenso de la inversión dirigida al Brasil y a Colombia.
La difícil situación económica del Brasil y una abrupta reducción de las fusiones y adquisiciones en comparación con los niveles sin precedentes de 2017, señala el estudio, se tradujeron en una caída del 9 % de las entradas de inversión a dicho país, a 61,000 millones de dólares.
Es de notar que, en el caso de México, el incremento de la reinversión de utilidades por filiales extranjeras existentes ayudó a que la inversión no disminuyera demasiado y permaneciera en 32,000 millones de dólares aproximadamente.
Entradas de IED: cinco principales economías receptoras de América Latina
(En miles de millones de dólares)
Fuente: UNCTAD
Ahora bien. Aquí es donde debemos de reflexionar acerca de las causas que llevan a que México haya perdido tanto un lugar como fondos provenientes del exterior.
Para esto, nos apoyamos en el Reporte de competitividad 2018 del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), donde el lugar de México es el 46 de 140 países evaluados. Destaca en primer lugar de dicho reporte que el crimen organizado es una de las más serias amenazas para la vida social y el ambiente de negocios del país, pues nos encontramos en el lugar 139 de 140. En lo que toca a la independencia del poder judicial estamos en el lugar 110; en libertad de prensa en el 120; en lo referente a eficiencia de la estructura legal en el lugar 115, y así por el estilo.
En otras palabras, la vigencia del estado de derecho en México aún no es una realidad.
El ambiente de negocios necesita certidumbre jurídica e independencia del poder judicial, como un primer paso para acabar con la corrupción. Al mismo tiempo, se debe respetar la legalidad para los procedimientos de compra de parte del gobierno y evitar los conflictos de interés que tanto daño han hecho al país.
¿Cree usted que con las calificaciones anteriores los inversionistas extranjeros estarán muy deseosos de venir a invertir a México?
Tal vez estas sean las razones, entre otras, por las cuales México ha perdido una posición hasta ahora, como destino de la IED.
Alguien tiene que ponerse las pilas.
