En los últimos días he recordado mucho cuando impartí la materia de delincuencia organizada en la carrera de Criminología. En esta materia se hace un análisis de la delincuencia internacional y entre otros temas se analiza la actuación de los cárteles o grupos de la delincuencia organizada en diferentes países, entre ellas las mafias en Estados Unidos durante la prohibición del alcohol.
Este recuerdo llegó a mi al analizar y comparar las acciones que el crimen organizado realiza en nuestro país: enfrentamientos y asesinatos entre grupos delincuenciales, extorsiones a comerciantes e industriales, ejecuciones de quienes no acceden a pagar cuotas y desafortunadamente la eliminación de comercios por medio del terrorismo que cobra víctimas inocentes. Tal parece que estoy viendo escenas de películas de la época de Al Capone.
Qué tristeza tener que hacer esta comparación de nuestro país con una época de obscuridad de la seguridad en los Estados Unidos, que desesperanza tener que dejar de hacer una vida normal por temor a estas acciones criminales, pero lo peor es no saber qué futuro le depara a las nuevas Generaciones.
En su informe de gobierno, que ya no se qué número es, el Presidente acepta que la seguridad es un pendiente con México y quienes hemos participado en el tema sabemos que es el mayor desatino de un gobierno, la seguridad es la base para una vida digna, es el mayor de los derechos, sin ésta se pueden perder los bienes, la tranquilidad, la libertad y hasta la vida, no es solo un pendiente es una obligación constitucional que no se cumple y por lo tanto es una responsabilidad moral y jurídica.
No es posible que a plena luz del día, en el Estado de Michoacán, dos grupos de la delincuencia organizada se enfrenten y se eliminen y nadie haga nada, lógicamente los ganadores se fueron tranquilamente. Tampoco es posible que en Veracruz se cometa el peor de los crímenes al encerrar dentro de un bar a un grupo de inocentes y quemarlos sin piedad, lo peor es que tanto el Gobernador de ese estado como el fiscal, ataquen en lugar de trabajar a todo vapor para encontrar a los culpables y castigarlos.
Por eso, estimados lectores, es importante que en materia de seguridad, investigación y persecución de los delitos, se busquen profesionales con los perfiles idóneos, honestos, con gran conocimiento del tema y, sobre todo, con un gran compromiso social, Hay muchos que se han formado en las filas de las instituciones de todo el país, yo conozco a varios, especialmente del Estado de México.
La ciudadanos estamos hartos de escenas dantescas, que emulan las peores épocas de la delincuencia internacional, ya es hora de que México resurja, pero nunca lo vamos a lograr si no aplicamos estrictamente la ley, si las instituciones de seguridad no dejan de ser solo reactivas y no investigan para ser proactivas, si las instituciones que investigan y persiguen el delito, se convierten en detectives mediáticos, que ventilan sus investigaciones en los medios para tratar de comprobar que están trabajando, o se crean leyes e instituciones al vapor para justificar la actuación castrense en temas de la autoridad civil.
Por cierto: alguien debería decirle al Gobernador de Morelos que los grupos de la delincuencia organizada dedicados al narcotráfico son cárteles y no carteles.
