Terminó la temporada regular de la Primera Liga MX Femenil, proyecto que en su primera edición dejó grato sabor de boca en aficionados, las mismas jugadoras y cuerpos técnicos así como directivos quienes poco a poco se convencieron de la calidad mostrada por las damas mexicanas en el terreno de juego.
Las dudas sobre este torneo se disiparon pronto. El profesionalismo con que tomaron el proyecto los equipos participantes ayudó mucho, después el entretenido desempeño de las futbolistas atrajo a decenas de aficionados, quienes se multiplicaron conforme pasaron las jornadas hasta obligar a los clubes a abrir sus estadios para los juegos femeniles.
La expectativa subió de tal manera que equipos como Leon y Pachuca registraron llenos en sus estadios para juegos femeniles, más de 25 mil personas interesadas en una liga con mucho futuro.
A ello se le sumó también la apertura en televisión. La empresa Fox Sport firmó con varios equipos para transmitir sus juegos como local, un primer paso que se pudiera multiplicar en la próxima temporada con una transmisión por televisión abierta.
Al pasar de las jornadas también se disminuyó la brecha de calidad entre los equipos, en las últimas fechas del calendario regular ya no se vieron esas goleadas de la etapa inaugural, incluso, el torneo terminó sin invictas aunque equipos como América, Pachuca, Tigres, Monterrey, Guadalajara y Toluca marcaron el paso de este primer torneo de futbol femenil en México.
Las finales de esta primera edición comenzarán este sábado, semifinales donde se dará el primer clásico nacional, América vs. Guadalajara, juego de ida donde la directiva de las Chivas tuvo el tino de ponerlo como preliminar del Clásico Tapatío en varones, en estadio lleno que pondrá a prueba los nervios de las jugadoras de ambos equipos.
La otra semifinal también luce cerrada, Tigres contra Pachuca, equipos plagados de jugadoras que son seleccionadas nacionales, casi todas experimentadas en exigencia como una semifinal. Todos los juegos serán en los estadios de los equipos de Primera División, dejando ver la seriedad con que lo toman esos clubes y la Federación Mexicana de Futbol.
Así, está liga tiene mucho para crecer, de entrada se comprobó qué hay materia prima suficiente para formar un espectáculo llamativo para la afición, un producto que empieza a ser redituable para algunos equipos, como Pumas que hasta tiene su propio patrocinador.
El siguiente paso será hacer una liga nacional, de todos los equipos contra todos y ampliar la fase de liguilla a más equipos, además y sobre todo, que también sea redituable económicamente para las jugadoras, que por ahora sólo reciben salarios honoríficos y la satisfacción de ser las pioneras del futbol profesional femenil de México..
