El comercio en centro y calles aledañas de Toluca 1930-1940

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El comercio en centro y calles aledañas de Toluca 1930-1940

Domingo, 21 Febrero 2021 00:14 Escrito por 

Seguimos comentando sobre el comercio en nuestra Toluca década 1930-1940 en donde hoy empezamos a hablar del centro y calles aledañas:

Portal Reforma:

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Antiguamente este Portal se llamaba Portal Merlín, en honor al cura fray Buenaventura Merlín, que avanzó notablemente su construcción haciendo 27 arcos; en su momento el presidente municipal, Eduardo González y Pichardo, construyó los 11 arcos restantes, y fue concluido por el general Agustín Millán en 1917 al colocar la última clave del arco final; posteriormente, el licenciado Juan Fernández Albarrán fungiendo como gobernador de nuestro estado, en 1965, amplió este portal hacia el oriente sobre avenida Independencia formando una pequeña escuadra (hoy en día es la esquina de la famosa tortería La Vaquita Negra de la famosa familia Moreno).

Iniciaré la descripción de los comercios, (si omito alguno ofrezco una disculpa siendo esto mi trabajo de investigación y de estudio); partiendo de Independencia, donde se encontraba una dulcería de muy poco fondo; enseguida, la tienda de abarrotes El Lazo Mercantil de don Inocente Peñaloza (padre del conocido cronista de la UAEMex, Inocente Peñaloza García) casado con doña Carmen García y fundadores de la fábrica de refrescos El Nevado; enseguida se encontraba la cerería de don Vicente Reyes (ya descrita).

En el número 27 estaba la cristalería El Diamante, de don Manuel J. Solís y su esposa doña Lolita Echeverri Noriega (abuelos de mi gran amiga de toda una vida mi querida Carolina Solís Segura) y padres de Manuel (padre de Caro), Salvador y Óscar, fallecido trágicamente al ser atropellado por un camión al salir de la escuela Urbano Fonseca en 1934.

En relación con lo anterior el señor Solís, el local fue ocupado por el Centro Comercial, de los hermanos Teja; su emblema era un niño tocando un saxofón, y se anunciaba en los intermedios del Cine Principal. Aquí se expendían abarrotes y vinos importados, conocidos como lo hemos enunciado anteriormente ultramarinos. Este negocio tenía un reservado anexo que funcionaba como cantina con dos o tres mesas, donde se servían cocteles, tales como Daiquiri, Manhattan, Medias de seda, etc, y cuyo lema era “La casa de las familias”.

En el número 31 de este famoso Portal aún existe la famosa y referente “La Miniatura”, famosa tienda de abarrotes de don Adolfo P. Almazán, casado con la distinguida María Solalinde González (tía Maruca); tuvieron cinco hijos: María (fallecida muy pequeña), Adolfo, Enrique, Jesús, Carlos y José Luis el famoso “Pispi”, quien obtuvo el premio Guinness a la mayor colección de cajetillas de cerillos; don Adolfo fabricante de los muy conocidos “Moscos” que son licores de diferentes graduaciones; en su expendio don Adolfo era auxiliado por su esposa e hijos. También era propietario de una lechería establecida en un cubo del zaguán anexo marcado con el número 29. La conocida familia Almazán Solalinde vivían en una de las casas de Isabel la Católica, hoy Bravo norte, en el tramo donde se encuentran hoy en día los museos Felipe Santiago Gutiérrez y Nishizawa.

Enseguida de este negocio (La Miniatura) estaba la distribuidora de radios Crosley y otros artefactos eléctricos, de Domingo González Cueva; a continuación, la perfumería Nelly, que se estableció en su primera época en el número 23.

La peluquería de Lucio Hinojosa estaba ubicada en el número 25. También hubo una paletería de don Manuel Rojas en el local que posteriormente ocupó hasta hace unos años, la sedería El Refugio, de don Humberto Corona Esparza, comercio muy conocido en ese entonces, fundado en los años veinte por Gabriel Corona (papá de Humberto y Gabriel) originario de Guanajuato.

Don Gabriel anteriormente y durante muchos años trabajó en el ferrocarril, viniéndose a establecer en una de las accesorias adyacentes al mercado viejo, frente a la calle de Riva Palacio; siendo su especialidad la amplia gama de artículos necesarios para costura y juguetería; a mediados de la década que nos ocupa se trasladó al Portal Reforma, hasta su desaparición. Sus sucesores fueron Humberto y Gabriel; el primero atendió la sedería El Refugio y el segundo, la famosa Perfumería Corona.

En el Portal Reforma 102-A se localiza la tlapalería La Ciudad de México, fundada el 1 de septiembre de 1879 por don José Gallegos. A la muerte de este, se quedó como propietario del negocio el señor Juan Francisco Filiberto Hernández G, casado con doña Leonor Ordoñez Moreno (cabe mencionar que esta tlapalería me trae excelentes recuerdos, ya que jugamos ahí mismo parte de nuestra niñez mi amigo de toda la vida Filiberto Hernández Villar, nieto de don Juan Francisco y doña Leonor y el que suscribe) quienes procrearon cinco hijos: Ana Elisa, Víctor, Filiberto, Ismael, Fernando, Chito y Rosa María. Está estimada familia vivieron en la calle de Guerrero 13. Luego del fallecimiento de doña Leonor quedó como única propietaria su hija Rosita casada con don Eulalio (no recordando su apellido) oriundo de Zinacantepec.

Remata este Portal con el almacén Al Puerto de Veracruz, cuya entrada principal se localiza en el Portal Madero.

Portal Madero, antes de la Paz

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En la esquina con el Portal Reforma estaba El Puerto de Veracruz, importante cajón de ropa de los sucesores de Emilio Garnier y a cuyo frente estaban los señores Caire Ortega y Caire Pages. Enseguida, la muy famosa dulcería Clarita, especializada en dulces típicos, que le dio renombre a Toluca por sus exquisitas golosinas, entre estas las “yemitas” y los macarrones, vendiéndose también muy buenas gelatinas; como motivo decorativo tenían un gran espejo y este negocio estaba asistido por uno o dos empleadas. En seguida se encontraba la sombrerería de Isidoro Pérez, que vendía estos artículos para caballero de la marca Dobbs, comercio que tiempo después se trasladó al Portal Constitución; al entrar en desuso el sombrero el señor Pérez cambio el giro y abrió la Zapatería La Cenicienta.

Enseguida a estos negocios se encontraba la conocida Perfumería Corona, que además manejaba artículos fotográficos, cuyos propietarios eran Gabriel y Humberto Corona Esparza, con el tiempo este establecimiento llegó a ser uno de los más importantes en su ramo. Humberto se casó con la hermosa chihuahuense María de los Ángeles Armendáriz; Gabriel se casó con la señora Lucha Maya.

En el interior de esta casa había un estudio fotográfico propiedad primero, del señor Alva y después, del señor Bernal, quienes realizaron numerosos retratos de señoritas de la época algunos de los cuales exhibiremos.

Más adelante estaba la tienda El Puerto de Liverpool, de don Manuel Hernández Estrada, abierta en el año de 1918 y cerrada en 1936; ahí se vendían telas y ropa para dama y caballero; en estos dos últimos locales se establecieron después La Víctor de Toluca, de don Macario Servín y Manuel Hernández Estrada, originario el segundo de Coatepec Harinas; llegó a Toluca en 1906, se casó en diciembre de 1912 con Guadalupe Rojas Saavedra procreando a tres hijos Guadalupe, Cristina y Manuel.

Este negocio representaba a la RCA Víctor y expedía radios, sinfonolas y otros artículos eléctricos; el otro local era la zapatería El Triunfo, atendida por las señoritas Sánchez. El comercio contiguo, propiedad del señor León Faure, primero se llamó El Pasaje y, después La Moda (este negocio me tocó conocerlo), su viuda e hijos de nombre Alfonso y León fueron los sucesores.

Le seguía la casa de material eléctrico de Jesús Bernáldez Jr; inmediatamente después estaba el cajón de ropa Casa Chalela, propiedad de Davis Chalela, de origen libanés.

Después del espacio donde tocaba la banda de música del estado, existió la cristalería El Palacio de Cristal, de Vicente Cordero de Oca, que al cerrarse fue ocupado por la Perfumería La Esmeralda, del conocido bohemio Fernando Medina, hijo del ingeniero Manuel Medina Garduño, exgobernador del estado. En este comercio lo ayudaba su esposa Rosario Díaz, madre de la esposa del arquitecto Víctor Manuel Villegas.

En seguida a este negocio se encontraba la mueblería de los hermanos Checa, El Nuevo Mundo, amplio local con techo de prismáticos y que correspondían al edificio comercial y el comercio Afrodita, de Elisa Gategno (abuela de mi gran amiga del que suscribe Elisa Maldonado Pérez), antecedían al Hotel San Carlos del conocido don Jaime Pons Hernández, que contaba con cantina, billares y restaurante en la planta baja; la cantina estaba atendida por el muy conocido Sotero Moreno, que preparaba deliciosas tortas de pierna de cerdo colocadas sobre una tablita de madera; la barra de la cantina tenía vitrales que daban hacia los portales; el menú incluía entre otras cosas el famoso pescado blanco de Lerma con un costo de 1.50 pesos.

Junto al hotel se encontraba la zapatería La Estrella, de Salvador Barbosa Pérez, tío de Josefina, mamá de Javier Rodríguez.

Después la perfumería Nelly, distribuidora de los artículos de tocador de la fábrica de don Ignacio Longares; este local se adaptó siguiendo el estilo moderno del momento y tenía como órgano de propaganda la revista “Pompas de Jabón”.

A continuación, estaba el cine y teatro Royalty, anexo al Hotel Casa Lolita. Entre uno de estos comercios se encontraba con anterioridad la tienda de abarrotes Los Pirineos de don Antonio Yurrieta padre de los conocidos hermanos Yurrieta Valdez; luego el cajón de ropa La Primavera, de Hermilio Sánchez quien lo traspaso en 1939 al señor Arriaga Puente, en el mismo local estuvo la zapatería Chic, de Everardo Márquez y la Zapatería México, de la señora Ruiz de Ramírez, mamá del ingeniero José Ramírez, destacado deportista, director del ICLA.

En el numero 11 estaba la sombrería Tardan, del señor Diaz Puente, y en el local de la casa número 10, el taller de Joyería Ónix, de don Alberto Romero, cuyos hijos gemelos siguieron el oficio. Por último y ya descrita, la ferretería La Ciudad de Toluca, en la esquina con el Portal Constitución.

Portal Constitución:

Para describir los comercios, los recorreremos de norte a sur a partir del templo de la Veracruz, donde encontraremos el almacén Al Buen Despacho, de don Pedro Checa, papá de Emilio y del padre Rafael Checa, de la orden de los Carmelitas; enfrente estaba la alacena (recordemos que en esta época las alacenas estaban entre cada uno de los arcos de los tres portales en referencia) de tacos al carbón de don Pedro Majul, papá de Carmelita, Latiffe y Lupita; después la pastelería Millán y el Cedro de Líbano, de Antonio Harp, papá de hermosas señoritas; la relojería El Rubí, del señor Contreras, en el numero 61; la sastrería de don Longinos González, enseguida el Gran Hotel, del licenciado Leopoldo Rebollar con sus anexos: el boliche, en donde Constantino Piña, comerciante de esa época ganó un torneo de boliche, y el restaurante cuyo encargado era J. Dolores Sánchez; seguía la peluqueríaLa Tijera, de Agustín Alanís, con una característica: había una banca afuera para que los parroquianos y clientes viesen cómodamente sentados el paso de las muchachas de la época, aquí entre otros oficiales peluqueros trabajó muchos años Elías Valdés, papá de Víctor y Alfredo.

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Más adelante se encontraba Telefónica y Telegráfica Mexicana. En altos de esta casa se ubicaba el estudio fotográfico de Roberto Luna, enseguida La Parisiense Pastelería; y el Paraíso de las Damas, de Sarfate y Levy, y enfrente la famosa alacena de tortas de El Ojeis de Florentino Gutiérrez, pintoresco personaje que vestía estrafalariamente-pantalón confeccionado con varias muestras de casimires de distintos colores, casi como un arlequín, gran leontina completaba su atuendo-y preparaba riquísimas tortas; a las de milanesa las llamaba sarcásticamente de “suela viopsca”, pues así le llamaban a la mejor suela de zapatos en ese momento. Seguía Publicaciones Muciño, y en la terminación de este portal, esquina con Portal Madero, estaba la ferretería La Ciudad de Toluca, de Gabriel Montes de Oca.

Continuará…….!!

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Gerardo R. Ozuna

Toluca: Rescatando identidad