El lunes 8 de marzo, fue un día especial, muchas felicitaciones y hasta regalos; muchos también opinaron que no era un día para felicitar sino para reflexionar.
Yo en lo personal creo que felicitar a las mujeres y reflexionar sobre el tema de la igualdad es de todos los días.
Felicitarlas por el simple hecho de ser mujeres, por tener el privilegio de ser quienes crean en sus entrañas una nueva vida; ser quienes dan amor y estabilidad al producto de esa gestación, por ser ejemplo de tenacidad y trabajo, por ser el símbolo del amor y la lealtad y por ser, quienes con los hombres dan valor a la pareja y a una familia. Felicitarlas por soportar años y años de acoso, violencia y maltratos, pero sobre todo, felicitarlas porque poco a poco han logrado la posición que siempre ha sido suya en la sociedad.
Reflexionar sobre el tema es fácil; en el mundo existen sociedades más crueles que nuestro país en donde la mujer ha sido un objeto, donde el maltrato llega a la muerte y donde siguen considerando a las mujeres sin derecho a nada. Las sociedades más anacrónicas de todo el mundo no tienen un valor especial para la mujer y siguen siendo sobajadas y maltratadas.
Reflexionar que tienen razón en su lucha justa y que su lugar siempre ha estado ahí y se los hemos negado, reflexionar sobre su inteligencia y no solo sobre su belleza, reflexionar lo valiosa que es una mujer como líder y como profesionista, reflexionar lo valioso que es una mujer que da estabilidad a una pareja, pero, sobre todo, reflexionar lo inmensamente maravilloso que es ver, crecer y superarse a las madres, hijas a la pareja y a todas las mujeres que dan lustre a nuestra vida.
Hoy en esta columna, querido lectores, no felicito a las mujeres de mi vida, pero sí hago una mención especial y cariñosa a todas aquellas que la han marcado y les deseo que logren sus anhelos, que esta injusta sociedad les dé su lugar, pero sobre todo, que siempre, pero siempre, sean felices. Para todas ustedes, mi amistad, cariño y amor por siempre.
En otro tema, pero con mucha relación, son tres los candidatos a la rectoría de la UAEMEX, y entre ellos una talentosísima mujer.
Vienen días de propuestas y compromisos y en mi opinión no debe olvidarse el tema de la seguridad, sobre todo, para cuidar lo más valioso de la universidad, a los alumnos. La violencia ha crecido y se ha extendido en todas las áreas del quehacer humano y los planteles no son ajenos, dentro y fuera de ellos, por eso el tema no es menor y los candidatos a la rectoría deben poner mucho interés en él.
Deseo que gane el mejor, pero no puedo dejar de reconocer el talento y calidad humana de Yolanda Ballesteros, quien se ha desarrollado en nuestra Alma Máter como una servidora pública honesta y trabajadora y quien ha entregado su vida profesional, con mucho cariño a la UAEMEX.
Se erigiría como la primera rectora, hecho inédito.
Por cierto: ya se han tomado medidas en el caso del coordinador de protección civil de Toluca, quien se saltó la fila en la vacunación, esperemos que el presidente municipal nombre a una persona con la calidad profesional necesaria, con experiencia, pero, sobre todo, que conozca nuestro municipio.
