Cumplimos un año en confinamiento, un año sin poder abrazar, visitar y convivir de manera presencial con los nuestros, el miedo de enfermar y morir por COVID-19 se apoderó de muchos.
Esta nueva realidad, en la que expresamos más con los ojos, en la que extrañamos la convivencia, y hacer cosas simples nos hace valorar lo que realmente era importante en la vida.
Estamos viviendo duelos, que no podemos cerrar porque no hay ese protocolo de despedida, que estamos viviendo en el aislamiento, que esta nueva realidad nos aísla.
Esta nueva realidad es importante que no nos afecte; sin embargo, muchas y muchos han presentado ataques de ansiedad por esta realidad. Los ataques de ansiedad pueden provocar hormigueo de extremidades hasta un engarrotamiento de las mismas.
Según el Psicólogo y terapeuta José Martiñón la ansiedad es un estado nervioso que puede generar diferentes síntomas en el cuerpo, los cuales suelen confundirse con diversas enfermedades graves.
“Sienten que se les para el corazón, o que palpita más rápido, que no respiran. Existen personas que realmente sienten que se mueren y terminan en el hospital” explicó.
La ansiedad y hormigueo en pies y manos están vinculados debido a la respuesta que el cuerpo genera ante situaciones estresantes, desencadenando una serie de reacciones químicas como la segregación de adrenalina, cortisol que generan tensión muscular y afectan los nervios.
José Martiñón señaló que la ansiedad es algo normal, hasta cierto punto, pues cuando se vuelve crónico es cuando ya afecta la vida cotidiana. La Ansiedad nos lleva a pensar demasiado en un futuro incierto o un pasado que es necesario soltar.
“El síndrome del pensamiento acelerado que es pensar tanto en el pasado como en el futuro a tal grado que se vuelve una enfermedad, que se vuelven problemas de estrés y ansiedad”, explicó.
En esta pandemia la gran mayoría de las familias han vivido niveles de estrés, sin embargo, es importante acudir al médico cuando los niveles de ansiedad afectan acciones como el sueño, la alimentación, cuando hay un miedo excesivo y no deja descasar la mente.
Los ataques de ansiedad se pueden controlar haciendo y pensando en otra cosa, cambiando el tema de conversación, poniéndose a trabajar en algo, realizando cualquier actividad que nos permita no darle importancia a los síntomas que estamos teniendo, y respirando más lentamente.
La ansiedad es un trastorno que afecta a toda la población mundial. Un problema que reduce nuestra calidad de vida y que, en muchos casos, interfiere en nuestro día a día. Adelantarse a los síntomas y controlarlos en la medida de lo posible son los primeros pasos que debemos dar para tratar de vencer a este problema.
Es importante vivir los momentos, disfrutar los instantes, vivir el presente, soltar el pasado y vivir la vida como viene.
#DigitalMex
#LupitaEscobar
#VozDeMujer
