Desde finales de la semana pasada y hasta estos días se entregan formalmente los informes de los gobiernos municipales, estado de las cuentas públicas y la inversión hecha en diferentes rubros como el deporte.
Sin embargo, en la mayoría de los informes no hay claridad en las acciones tomadas en esta materia, la mayoría se remiten a hablar de inversión en infraestructura pero no en lo más importante, cuántos y quienes se activan en esos espacios, porque si bien cada día hay más lugares para practicar deporte, la media municipal de gente activándose sigue siendo muy baja.
Y es que es el municipio quien debe actuar como el semillero de deportistas, primero encaminados a la activación física; es decir, con masividad, que todos hagan deporte. De ahí habrá quien destaque en ciertas disciplinas, es entonces que vendrá la detección de talentos que puedan ser encaminados al deporte federado y al alto rendimiento, aunque ese pasó lo tendría que dar otra instancia como el gobierno estatal y federal.
En el Estado de México casi todos los ayuntamientos cuentan con un Instituto Municipal de Cultura Física y Deporte, con personalidad jurídica propia, así como un presupuesto que en lo ideal debería de ser del dos por ciento del total del ingreso del municipio, aunque ninguno de los institutos atiende esta opción marcada en la Ley de Cultura Física y Deporte de la entidad.
Desde hace tiempo el primer paso está dado, la creación de estos organismos, pero todavía está muy lejos avanzar, pues pocos son los institución que se apegan a la ley, que hacen públicos sus programas de acción anuales y mucho menos son evaluados en sus resultados.
Muy pocos tratan de hacerse de recursos con convenios con la iniciativa privada, lo cual restringe su capacidad de operación y se limitan al presupuesto anual del ayuntamiento, que por si fuera poco, la mayoría se destina a pago de nóminas.
Hay mucho por trabajar en los institutos municipales, urgen proyectos a largo plazo, que sean constantes para que la población se active habitualmente sin iimportaron cambio de administración. Ya no basta con invertir en espacios deportivos, hay que hacerlos funcionables y al alcance de todos, porque al fin de cuentas se construyen, mantienen y adminiatran con cuenta pública.