“Los Ayuntamientos se renovarán cada tres años, iniciarán su periodo el 1 de enero del año inmediato siguiente al de las elecciones municipales ordinarias y concluirán el 31 de diciembre del año de las elecciones”, establece el artículo 16 de la Ley Orgánica Municipal del Estado de México, lo que significa que entre el día de la elección –este año fue el 6 de junio- y el inicio de sus funciones, transcurren ¡201 días!
¿Por qué la exclamación? Porque en ese periodo tan amplio –más de la mitad del año- las autoridades municipales aún en funciones pueden tomar decisiones que afecten la administración pública municipal, bajo el amparo del artículo primero de la misma Ley Orgánica, que establece el “municipio libre” con “un gobierno autónomo en su régimen interior y en la administración de su hacienda pública”.
De acuerdo con los resultados electorales analizados por “Marcaje Legislativo”: sólo 28 presidentes y presidentas municipales lograron la reelección el pasado 6 de junio, y 38 de quienes aspiraron a gobernar nuevamente perdieron en las urnas. Uno más, Nextlalpan, se encuentra pendiente.
Como lo plantea Jon Elster, las decisiones y las acciones humanas se explican por dos elementos: las oportunidades y los deseos. Lo que la gente podemos y queremos hacer es lo que define cómo nos comportamos, y en esa perspectiva surgen algunas preguntas:
¿Qué querrán hacer quienes perdieron la elección del pasado 6 de junio en sus respectivos ayuntamientos? ¿Tendrán el deseo de dejar en buenas condiciones a su municipio luego de que el electorado no les otorgó su confianza para seguir gobernando? ¿Querrán dejar en orden las finanzas de manera que su oponente tenga la posibilidad de iniciar adecuadamente una gestión? ¿Cómo se conducirán las y los alcaldes y sus equipos de trabajo?
Hace tiempo en la política mexicana se acuñó la frase del “año de Hidalgo…” para referirse al cierre de una gestión en el gobierno, haciendo alusión a que era el periodo para llevarse hasta los lápices o gastar todo el presupuesto para que quien llegara a ocupar la responsabilidad no encontrara ni un clip. Literal.
Doscientos un días es un periodo muy amplio que permite hacer –o dejar de hacer- muchas cosas en el ámbito municipal, donde las necesidades no entienden de periodos gubernamentales y mucho menos las situaciones de crisis provocadas por contingencias climáticas como las recientes lluvias que se vivieron en municipios del Valle de México y donde cientos de familias están damnificadas.
¿Cuántas obras quedarán sin terminar porque los ayuntamientos salientes –o más específicamente el presidente o la presidenta municipal tienen enojo y deciden ya no trabajar? ¿Cuántos proveedores estarán sufriendo en este momento porque no saben si les pagarán o no lo que han hecho en los municipios? ¿Cuántas personas perderán su empleo porque “no hicieron lo necesario” para que ganara su alcalde? ¿Cuántas obras se harán con la calidad suficiente?
Seguramente habrá quien asegure que existen los mecanismos legales para impedir que los deseos de quienes dejarán el cargo afecten a la administración municipal y, en primera instancia, a quienes viven en el municipio, pero ¿esos mecanismos son lo suficientemente efectivos?
Así que seguramente el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM) –que encabeza Miroslava Carrillo Martínez- tendrá mucho trabajo en relación a los procesos de entrega - recepción en todos los Ayuntamientos, los cuales tomarán posesión a las 9 horas del próximo primero de enero, tal como lo establece la Ley Orgánica Municipal en su artículo 19.
Sin embargo, mientras llega esa fecha, ¿quién estará al pendiente de los 201 días que trascurrirán? ¿Quién vigilará los deseos y las oportunidades de quienes dejarán el cargo?
PERCEPCIÓN
Si bien se ha vacunado a más de 28 millones de personas, el número de contagios se incrementó 11 por ciento en la última semana. El subsecretario federal de Salud, Hugo López-Gatell –cuyas proyecciones no han sido las más acertadas- advirtió que el fin de semana el repunte podría alcanzar hasta 18 por ciento en los contagios. Tome sus precauciones.
