Decía Helen Keller, que: "Entre no ver y no oír, sin ninguna duda es mucho peor no oír, pues no ver te incomunica con los objetos, pero no oír te incomunica con las personas y eso te convierte en un objeto.”
Mujer que a los dos años perdió la vista y la audición por una enfermedad, a los 7 años leía francés, alemán y griego en braille, se graduó de Cambridge y fue la primera persona sorda con mención de honor en su licenciatura, tuvo una activa participación en la política y publicó 14 libros, 475 artículos y ensayos. ¡Mujer admirable!
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la discapacidad auditiva, afecta alrededor de 466 millones de personas en todo el mundo, lo que representa más del 5% de la población mundial de los cuales 432 millones son adultos y 34 millones son niños.
Se estima que de no tomarse las medidas necesarias para el año 2050 más de 900 millones de personas (una de cada diez) padecerá pérdida de audición. La Organización Mundial de Salud, calcula que los casos desatendidos por este padecimiento representan un costo anual de 750,000 millones de dólares.
En México, existen entre 8 y 10 millones de personas con algún grado de sordera, siendo la tercera causa de discapacidad. Cabe destacar que el 60% de pérdida de audición en niños se deben a causas que podrían ser prevenibles con un diagnóstico y tratamiento oportuno, de ahí la importancia y nuestra insistencia de realizar la prueba del tamiz auditivo.
Esta discapacidad es la más presente durante la primera infancia, etapa crítica en la adquisición del lenguaje oral; de ahí la importancia de su detección temprana, pues de lo contrario, las intervenciones se complican no solo en salud sino en su entorno educativo. El niño o niña candidato a usar un implante coclear podrá recuperar la audición gracias a un diagnóstico oportuno.
En este sentido la declaración de la última semana de febrero de cada año, como “Semana Nacional de la Salud Auditiva”, es de la mayor trascendencia, resultado del acompañamiento de Organizaciones de la Sociedad Civil y la unión de voluntades y conciencias de las diferentes fuerzas políticas.
Entre los principales objetivos de esta semana, destacan: concientizar, sensibilizar y dar a conocer alternativas de atención médica y generar mayor información de la importancia del cuidado de la audición, buscando erradicar la discriminación y sentando las bases para la construcción de una sociedad más justa e incluyente en la que las personas que tienen esta discapacidad cuenten con las mismas oportunidades de desarrollo y logren una más rápida adaptación al entorno escolar, social y laboral.
Creo que el camino más eficaz para ser parte de la solución es la comprensión y solidaridad, pero antes de desarrollar la comprensión, hay que crear la conciencia, en virtud de lo anterior es importante resaltar que la declaración de esta semana no puede quedar como una fecha más en el calendario, es fundamental que se cuente con los recursos necesarios para diagnósticos, atención y aparatos auxiliares necesarios para garantizar los derechos de nuestras hermanas y hermanos sordos.
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