Violencia Escolar, ni un caso más, ni un joven menos

DigitalMex - Periodismo Confiable

Publicado en Opinión

Violencia Escolar, ni un caso más, ni un joven menos

Jueves, 24 Febrero 2022 09:30 Escrito por 
Jorge Olvera García Jorge Olvera García Inventario

El caso de Drayke Hardman, el niño de 12 años que se suicidó luego de sufrir durante todo un año el maltrato físico y psicológico que le fue infligido por un estudiante de secundaria, provoca indignación, tristeza, rabia, consternación y, sobre todo, una preocupación que debiera movernos a la acción para prevenir y erradicar esas conductas denominadas bullying o acoso escolar.

Este caso habla de la realidad que lastimosamente se vive de forma cotidiana y que afecta al tejido social por ser ejemplo de las funestas consecuencias de prácticas que vulneran la esencia de la vida y violenta los derechos fundamentales.

Lamentamos la muerte de Drake, porque su muerte es la muerte de todos, todos morimos un poco cuando un ser humano sufre al grado de no querer vivir más, y es peor si estimamos la vida de un niño que, como decía su madre: “nunca se casará, nunca se convertirá en padre. Joder, nunca tendrá ningún tipo de futuro. Todo por culpa de un niño cobarde. ¿Por qué ese niño trató a mi hijo como si no fuese humano?, ¿qué pasa en su interior y en el interior de sus amigos… para convertirse en defensores del odio?, ¿son los padres? No tengo respuestas, lo único que sé es que esto tiene que parar ya”.

La vida de una persona es tan importante y fundamental como la vida de todos, sea niño, adolescente, joven o adulto, pero pareciera que eso ya no importa o dejó de importar; pareciera que hemos perdido la capacidad de asombro y eso es lo más preocupante, porque poco a poco nos hemos olvidado de ser humanos.

Decía Napoleón hace más de un siglo: “¿cuál es la edad más importante para educar a un niño? 20 años antes de que nazca”, educando a sus padres, al entorno en el cual nacerá, crecerá y vivirá.

Coexistimos en una coyuntura que plantea diferentes desafíos a una realidad ya de por sí compleja y que no es responsabilidad de uno, sino de todos, y entre todos debemos recomponer el camino porque, además, como sentenciaba el expresidente uruguayo Pepe Mújica: “la historia no la hacen los hombres, sino las grandes causas”.

A lo largo de mi trayectoria profesional y como rector de mi casa verde y oro, impulsé la cultura de la prevención a partir de la concertación y el entendimiento, al tiempo de fortalecer los mecanismos de protección en torno a este tema a través de diplomados, campañas interinstitucionales e inclusive siendo partícipes de la estrategia nacional para la prevención de bullying y otros tipos de violencia.

Lo hicimos entre todos, enarbolando el desarrollo de la institución educativa que me formó profesional y humanamente bajo un enfoque que se sintetizó en el lema: “Humanismo que transforma”, con base en el cual propuse la creación del Instituto de Defensoría de los Derechos Escolares del Estado de México.

Esa genuina convicción, se convirtió en certeza durante mi administración como presidente de la Codhem, donde creamos la Visitaduría Adjunta de Atención a la Violencia Escolar -única en su tipo a nivel nacional-, en la que obtuvimos importantes resultados en materia de prevención.

Es en este asunto donde debemos elevar las más altas notas, los más grandes conceptos porque es la vida la que se defiende, y nada hay más importante que este derecho fundamental; ninguno más grande porque sin la garantía y protección de este, todo lo demás resulta irrelevante. Aquí cobra sentido el verdadero legado de la política y del Derecho, que -expresado en el pensamiento de Jorge Carpizo- “es el coordinador de la acción humana”.

Estoy convencido de que es indispensable poner atención en los derechos de las y los escolares del Estado de México, quizá no creando nuevas instancias sino revigorizando acciones y programas que de forma transversal impongan y vigilen el respeto entre todos y cada uno de los integrantes de las comunidades escolares y replanteen el papel de la escuela para padres, lo cual posicionaría a nuestra entidad como punta de lanza en la materia, enmarcando nuestra política local en la preminencia del Estado Humano.

La niñez es el más valioso capital de la humanidad, y como sociedad nos corresponde actuar responsablemente para protegerla mediante la vigilancia de sus derechos humanos y encaminar acciones que permitan su sano y pleno desarrollo. Solo así daremos paso al verdadero sentido de las leyes universales, que no fueron hechas para castigar, amedrentar ni torturar, sino para normar la conducta y enseñar el camino de la recta razón.

Visto 2091 veces
Valora este artículo
(1 Voto)