Ahora sí que me acuso con todos ustedes. A lo largo de toda mi vida, jamás me había pasado semejante cosa. Les platico: estaba yo muy feliz allí arriba del estrado. La Somegem tuvo un evento verdaderamente hermoso. Daba la presea-pergamino: Sor Juana Inés de la Cruz. Y a mí me tocaba hablar. Compartía el estrado con varias mujeres inteligentes y significativas para este lugar tan hermoso: Toluca la Bella, en nuestro Estado de México.
El único hombre en el estrado, era Germán García Salgado, presidente de esta institución. Y el maestro de ceremonias, con una voz verdaderamente hermosa. Después de mucho rato, y de muchas intervenciones, me tocaba a mí hablar.
Pues que me paro. Vi a muchas de mis compañeras, todas hermosas, inteligentes y dignísimas. Eran las 6 que íbamos a recibir el premio de toda una vida de trabajo y esfuerzo. Las fui repasando a todas, y dando un gran afecto desde donde yo estaba. A todas las conocía y todas merecían más que un cariño y reconocimiento.
Desde que estaba sentada, les juro a quienes me leen, que yo vi sentada muy atrás a una muy querida amiga mía, a la que recién le acaban de dar la Presea Estado de México, por ser una gran periodista mexicana: Maricruz Rivera Garzón. Tenía su cubre boca y sus anteojos. Me saludó muy afectuosa desde su lugar. Pero no. No era ella. Era Diana Ayala. Y yo al nombrarla, y al pedir un gran aplauso para ella, me decía ella no. Y en un santiamén pensé: pero si yo la vi recibiendo su presea del gobernador. Qué estoy haciendo mal. Y lo que hice, fue, además de un oso del tamaño del mundo, fue no ver bien. No vi ya bien.
Les comento que, no leí todo mi escrito. Estos son unos párrafos que rescato hoy: este premio, dije, solo pudo pasar, con el trabajo que hicieron alguna vez Sor Juana, Leona Vicario, Laura Cuenca, Remedios Ezeta y todas las mujeres que han acompañado, desde 1987, a algún gobernador en su gabinete legal, (como tuve la suerte de que me pasara a mí, en 1989, con IPP), las diputadas federales y locales de todos los partidos políticos, presidentas municipales, quienes están en instituciones públicas y privadas…
Eso se escribe y se dice rápido, pero el que todas juntas estemos trabajando y honrando nuestra palabra de mujer, ha sido una maravilla. Así, de repente, se fundó en el Estado la Secretaría de la Mujer.
Existe un grupo de mujeres plural, incluyente, multidisciplinario, y de diversas filiaciones partidistas. Apelamos a la libertad de expresión y a la tolerancia. Tenemos como objetivo, fortalecer la participación económica, política y social de las mujeres mexiquenses. Para ello, se impulsa una agenda con perspectiva de género, para el diseño de políticas públicas y programas gubernamentales, que contribuyan en la materialización de la igualdad sustantiva de la paridad total, la no discriminación y la erradicación de la violencia. Todo ello, con impacto en acciones dentro de los sectores público, privado, académico y social.
Es por esto, que doy unas inmensas gracias al presidente de la Somegem, Germán García Salgado, por saber, que este día, y todos los días del año, son días de la mujer. Y de los hombres que han entendido el valor inmenso, que tiene una mujer que los acompaña, y que siempre está a su lado.
Por cierto, que vi hace muy poco tiempo, una entrevista que le hicieron, señor presidente, de cuando usted instauró en nuestro Estado, la Presea, que en la actualidad obtienen muchos de los más importantes hombres y mujeres mexicanos. Fue en 1973, y lo acompañaron, el gobernador Hank González y varios ex gobernadores más. Ya lo vi en una foto que tiene en su despacho. Le quiero dar inmensas gracias por el esfuerzo que hizo, para entender que la voluntad, la inteligencia y el esfuerzo, se premian.
Para nosotros no es un pergamino más, es un regalo que la Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, nos otorga, por el que estamos muy agradecidas. Espero don Germán, que el año que entra, nos invite a las Preseas, que otorga el gobierno del Estado desde 1973, para aplaudirlo también a usted, mucho.
En otro orden de ideas, les comento a ustedes, que me da un inmenso placer, alegría e incluso felicidad estar en este recinto, porque cuando alguna vez Germán García Salgado, Gerardo Viloria, Rafa Gutiérrez y yo, creamos la Academia de Comunicación Social de esta Benemérita institución, de donde yo era Secretaria, fuimos muy felices y receptivos con nuestros compañeros, en los desayunos que tuvimos con personajes muy importantes de la política, la economía, la administración pública y la sociedad.
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