Lo bueno, lo malo y lo serio… Propósitos de año nuevo

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Lo bueno, lo malo y lo serio… Propósitos de año nuevo

Miércoles, 10 Enero 2018 00:06 Escrito por 

Tras las celebraciones del mes de diciembre, entre las que destacan las tradicionales posadas, así como esas reuniones que se organizan con los compañeros de la oficina, con amigos o familiares con quienes no se puede compartir la cena de Noche Buena, es ésta en la que regularmente una familia tradicional mexicana puede sentir ese calor de hogar, de acercamiento, de buenos deseos y de perdón.

Viene el esperado fin de año para hacer una reflexión de lo que se hizo, lo que no se pudo hacer o no hubo tiempo, para cerrar el círculo de ese periodo de tiempo y con él, un renovado deseo por esperar cosas mejores del año que está por iniciar, guardando en el subconsciente lo malo, para permitir dar paso a lo bueno que se pretende hacer por mejorar; por eso, proyectos, amor y trabajo, forman parte del listado de propósitos por cumplir para el año que recién empieza.

Uno de los ingredientes para tal festín es sin duda bajar de peso, que parece ser de los que no puede faltar en la lista aludida, porque también es el que se repite año con año; sin embargo, y desafortunadamente, pocas son las ocasiones en las que se cumple, pues el ánimo de inscribirse a un gimnasio, entre otras actividades deportivas por ejemplo, se desvanece a los dos o tres meses cuando mucho, para recordarlo por el mes de julio, tan sólo para decir… “el año que viene, ahora sí me pongo a dieta y hago ejercicio… “pero… apenas estamos en …” el año que entra, dije.

México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil, y el segundo en obesidad en adultos, tan sólo por debajo de Estados Unidos, lo que representa, sin ninguna duda, un problema de salud pública; la consecuencia de ello es que se vuelve necesario construir más centros de salud, porque el problema sigue sin atenderse, o cuando mucho se hace a medias, cambiar medicamentos por deporte es una de las condiciones en las que el estado ha quedado a deber por mucho tiempo, pues no se le da la importancia que requiere; por eso mismo, la calidad de vida en términos generales no es de la mejor del planeta, porque hay que agregarle que somos potencia mundial en el consumo de comida chatarra y refrescos, que contienen cantidades industriales de azúcar y de grasas saturadas.

Existen muchos dichos para hacer gala de la clásica ironía mexicana, que para todo le encuentra acomodo, como aquella que dice, “es mejor gordo gracioso y no flaco que dé lástima, o aquel de que aun comiendo sano y entrenando todos los días, morirás igual un día, y tal vez antes. Pero, y ¿la calidad de vida? ¿No cuenta?, porque es verdad, hay quienes alimentándose sanamente y haciendo ejercicio inesperadamente mueren; sin embargo, hay antecedentes familiares que no pueden pasar por alto, aún con ello, no es lo mismo vivir ochenta años o más con buena salud, haciendo ejercicio, alimentándose sanamente, que vivir los mismos años con dependencia de medicamentos, con sobre peso o postrado en cama; eso ya es elección de cada quien.

Pero volviendo al tema de los propósitos. En México, ante el desinterés gubernamental no queda de otra más que hacer conciencia del resultado de las fiestas decembrinas que culminan en apariencia el 6 de enero, ya que aún falta el dos de febrero, día de la Candelaria, que es el resultado del sincretismo de dos culturas y religiones; la católica, que remite cuando la Virgen María llevó al niño Jesús al templo y la prehispánica, en la que se llevaban tamales al rendir culto a los dioses, con un aumento de peso, que en promedio es de seis a siete kilogramos.

Para solucionar esto, el ejercicio no es suficiente, se tiene que elaborar una dieta balanceada que pueda incluir alimentos que limpien la grasa y el exceso de carbohidratos que se consumieron, porque la dieta representa 70% de la imagen corporal, después el ejercicio y el descanso.

Mientras que no sea el cuidado de la salud y ejercicio una condición a la que el gobierno quiera darle el interés que realmente merece y necesita, todo quedará en manos propias o de los padres de familia, para cuidar y motivar a las buenas prácticas a sus hijos, y los que no tienen ese hábito, porque de acuerdo a los señalado anteriormente somos el segundo lugar en obesidad adulta, entonces, igual que existe interés para una buena educación para sus hijos, al exigir maestros mejor preparados, también el deporte y la alimentación deben tener la misma importancia.

En nuestro país, los atletas de alto rendimiento tienen que formarse, en su gran mayoría, por sí solos, aun así, cuando logran destacar en alguna actividad para representar a su nación, tienen que buscar por sus propios medios los recursos necesarios para viajar, alimentarse y prepararse, porque cuando ocasionalmente llegan a ganar alguna medalla o reconocimiento, entonces sí, las autoridades los buscan para tomarse la foto con ellos y presumir un apoyo que nunca se dio, previo a su logro.

Pues ese triunfo, políticamente sí es importante, todo lo demás, ¡no!

Entonces ya sea por salud o por vanidad, hacer ejercicio y alimentarse sanamente es la mejor decisión, no existen pastillas mágicas, ni aparatos milagrosos que únicamente son costosos, que puedan hacer el trabajo por sí solos, ya que al final, quedarán como lindos percheros. Para cumplir con el propósito de bajar de peso, es necesario poner determinación y constancia, y apoyarse de expertos para la elaboración del plan que mejor le acomode.

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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio