A este tipo de acoso se le conoce también en algunos países como bullying y en algunos otros como mobbing, es un maltrato reiterativo en el lugar de trabajo, en su mayoría psicológico, ya que se presenta como un hostigamiento constante hacia una persona con la finalidad de minimizarlo y aislarlo. El acosador tiene perfectamente claro su actuar y ello le frena a realizar actos que atente contra la integridad física de la persona pues sería lesionarlo así que se presenta la amenaza, un todo de voz intimidante, los falsos rumores, el desprecio, la alteración de la reputación, la exclusión y en muchas ocasiones ignorar de manera constante y frente al grupo de trabajo, minimizando u omitiendo sus opiniones, exhibiendo los errores, ocasionando burlas, con la asignación de trabajos que humillen y muchas otras actitudes negativas y recurrentes.
El acoso laborar ha ido adquiriendo formas distintas de producirlo como lo es ocasionar daños a las pertenecías de la víctima, a sus objetos de trabajo, a su vehículo, alterar su trabajo o destruirlo, eliminar, suprimir y/o borrar archivos de la computadora, desparecer impresiones, evitar que utilice la tecnología como el reproductor de imagen, la fotocopiadora y en ocasiones se escuchan llamadas personales. Existe la divulgación de su vida priva. Se le niega en su área de trabajo. En ocasiones es tan insistente y persistente el acoso que en su evaluación de desempeño se alteran sus habilidades y se restan resultados y objetivos logrados. No se le otorga ningún mérito a su labor así sea en excelencia, se le niegan permisos y se está atento a sus retardos, salidas en los horarios e incluso incapacidades de salud.
El acaso o mobbing no es necesariamente de persona a persona, este se puede presentar de un grupo de personas hacia uno solo. En otras ocasiones el acosado es el superior jerárquico, el jefe, y aisladamente se tiene conocimiento de que el subordinado es el que ejerce acoso hacia su superior. El estrés laboral que origina el acoso laborar lleva a la víctima a tal terror que no tiene el valor de abandonar su trabajo, de manifestar lo que está pasando y menos aún de denunciar. Esto puede orillar a las personas acosadas al suicidio.
Fases del acoso: la principal, es aquella en donde se pueden dar todas las formas de mobbing, la duración puede ser distinta en cada caso. La fase de resolución, es cuando se llega al fin del acoso y se presenta de alguna de estas maneras: el acosador dar se cansa y para; la víctima renuncia al trabajo y abandona la empresa; la víctima enfrenta y pone fin. Este último regularmente se logra haciendo frente común con otros miembros del equipo de trabajo que hayan sufrido o no acoso. Cabe destacar que no es fácil recuperar de manera inmediata el estado de salud de la víctima.
La próxima semana continuaré con el cómo actuar.
¿Y por qué no decirlo?… La obligación de cuidarnos, es de todos.
¡Los abrazo de corazón!
