La Organización Mundial de la Salud, ha alertado en diversos espacios sobre las graves consecuencias de las interrupciones a los servicios de vacunación en todo el mundo, principalmente en sistemas de salud deficientes. Lamentablemente en nuestro país especialistas han advertido respecto a la grave disminución de la cobertura de vacunación infantil, lo cual supone riesgos gravísimos como el resurgimiento de enfermedades que se consideraban erradicadas hace más de 20 años.
De acuerdo con información de la Encuesta Nacional de Salud, solo uno de cada tres niñas y niños cuentan con un esquema básico de vacunación completo, ante el colapso del sistema de salud improvisado como el ineficiente INSABI, muchas familias mexicanas han tenido que recurrir a la compra de biológicos con médicos privados, pero para quienes esta no es una opción, han tenido que prescindir de la aplicación de vacunas, fundamentales para evitar el resurgimiento de enfermedades contagiosas y graves como sarampión, poliomielitis, hepatitis y tosferina.
En varios espacios hemos manifestado la falta de planeación, estrategia y sentido de responsabilidad en materia de salud, ha derivado en problemas que ponen en riesgo la vida de millones de mexicanos, debemos hacer un ejercicio urgente de conciencia y reconocer que la actual administración ha sumido a las infancias en un abismo de indiferencia, vulnerando derechos fundamentales en este caso el acceso a la salud, todo esto resultado de la ineficiente estrategia para adquirir medicamentos a las farmacéuticas, escudados en supuestos actos de corrupción de los cuales hasta la fecha no hay evidencia.
Ante la preocupante situación surgen dudas, ¿qué hicieron con los miles de millones de pesos del Fondo de Salud?, ¿por qué dichos recursos no han sido utilizados para hacer frente al desabasto de vacunas y medicamentos para salvar la vida de lo más importante que tenemos?, ¿cómo es que en plena crisis de salud se han presentado subejercicios presupuestales en este sector? Y por si no fuera suficiente, millones de pesos desperdiciados en medicamentos caducados. Es sin duda un crimen utilizar los ahorros extraordinarios, para financiar gastos ordinarios, originados por una muy mala planeación económica, disfrazada de una falsa austeridad. Es de la mayor incongruencia que a estas alturas se continúen repartiendo culpas en lugar de asumir responsabilidades, simplemente no hay estrategia, claridad, visión, inteligencia, pero, sobre todo, sensibilidad, humanidad y solidaridad.
Salvaguardar los derechos de niñas y niños representa la tarea de velar porque su calidad de vida y su desarrollo personal sea garantizado por la familia, la sociedad y el Estado; desde nuestra trinchera seguiremos impulsando, leyes, políticas públicas y asignaciones presupuestales congruentes y suficientes para garantizar sus derechos fundamentales, recordemos que “invertir todos los recursos en niñas, niños y adolescentes es: legalmente obligatorio, socialmente necesario, afectivamente transformador y humanamente indispensable”. ¿Con qué corazón se gobierna si la niñez no es tu prioridad?
Correo: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Twitter: @LauraBarreraF
Facebook: Laura Barrera Fortoul
Instagram: laurabarrerafortoul
