Las mujeres hemos vivido al menos un episodio de violencia a lo largo de nuestra vida, lo que refleja la encuesta nacional que vimos los últimos días solo nos confirma lo que las mujeres, y el movimiento feminista han denunciado los últimos años, como saben las encuestas que realiza el INEGI son periódicas y la ENDIREH no es la excepción, 4 años después, que es lo que ha cambiado y como vamos, en los lentes violetas de esta semana analizaremos un poco de los resultados para el país y sobre todo que nos dicen los datos en el Edoméx.
Los resultados de la encuesta muestran una realidad que conocemos muy bien las mujeres, y es que 7 de cada 10 mujeres mexicanas han experimentado algún tipo de violencia de género en algún momento de su vida, el 52% de estas han sufrido violencia psicológica, el 50% violencia sexual, el 35% violencia física y 27% violencia económica, lo más preocupante de estos datos es que si los comparamos con los resultados del 2016 el aumento de la violencia ha sido tal que se refleja en 4 puntos porcentuales, pongamos en perspectiva estos números y hagamos que los números nos ayuden a actuar.
La realidad del Estado de México ha cambiado a lo largo de estos últimos años, quizá por la doble alerta de género que hay en algunos municipios del estado o por el incremento del movimiento feminista no solo en la capital sino en las periferias, que han permitido a más mujeres acercarse a la denuncia y los servicios de atención y es que aunque en números totales el Edoméx sigue estando en los primeros lugares en muchas cosas los resultados de la ENDIREH nos muestran esperanza para quienes hacemos vida en este estado, y es que en ámbitos como la violencia familiar el Edoméx se encuentra ahora un punto por debajo de la media nacional.
Eliminar los tabús que se crean a las mujeres que sufren violencia es sin duda otra tarea pendiente como sociedad y es que del porcentaje total de mujeres que han sufrido violencia a lo largo de su vida solo el 55% de estas han hablado con alguien más sobre estos hechos, y muchas veces las mujeres deciden seguir en silencio por miedo a ser juzgadas y revictimizadas, incluso por su círculo más cercano, acá la gran tarea como mujeres de construir desde la sororidad y empezar a tenderle la mano a todas las mujeres que conocemos, para que en cualquier momento sepan que nuestra escucha atenta y sorora estará con ellas.
Y para las autoridades el reto es aún mayor, ya que cerca del 92% de las mujeres mayores de 15 años que han sufrido algún tipo de violencia no han decidido acercarse a los servicios de atención y tampoco a los de denuncia, la falta estrategias de acercamiento de las autoridades a la realidad de las mujeres, a sus espacios, y a su día a día, como mercados, autobuses y centros de trabajo como fábricas y oficinas, han ocasionado que las mujeres sigan sintiéndose solas en esta batalla contra la violencia machista, porque, aunque la mayor parte de la violencia que sufren las mujeres se da en el ámbito privado, no podemos olvidar el crecimiento que refleja la violencia comunitaria en el Estado y en todo el país. De esta última y las estrategias que nos toca construir en equipo hablaremos en los próximos lentes violetas.
De los resultados de la ENDIREH que debemos analizar para construir estrategias de atención para niñas es la cantidad de abuso sexual que se da durante la infancia y los espacios en donde esta suele ocurrir con mayor frecuencia pues es que a diferencia del 2016 donde los niveles de niñas abusadas sexualmente era de un 9.4% en 2021 12.6% de quienes participaron de esta encuesta han reconocido haber sufrido algún tipo de abuso, los tíos, primos y otros familiares son quienes más incurren en estos actos, razón por la que encontrar nuevas estrategias de comunicación en las familias y hablar abiertamente de sexualidad desde edades tempranas es sumamente urgente para que las niñas sepan identificar estas violencias y detenerlas, claro está que esto no exime la responsabilidad sobre los que ejercen estas conductas y sus patrones violentos que deben reconstruir, aquí una prueba fuerte que el sistema patriarcal sigue atacándonos desde pequeñas y que educar en feminismo puede salvar a muchas niñas de vivir un infierno en sus propias casas.
Como sociedad acercarnos a la educación feminista es urgente y prioritario, acercar a los hombres que nos rodean a espacios de reeducación y deconstrucción es también una estrategia que debemos implementar en los espacios más cercanos, no solo privados sino también en los públicos. A los gobiernos, el trabajo es todavía mucho y como siempre lo he creído invertir en la atención a la violencia es también prevenir actos de violencia extrema que acaban con la vida de las mujeres, la necesidad urgente de que los gobiernos locales y nacional, usen lentes violetas y hagan todo con perspectiva feminista es inminente, que desde el policía local, hasta el presidente municipal y todos quienes trabajan en el administración pública empiecen a cambiar la ruta de atención a las mujeres es fundamental, usar los datos y construir datos desde lo local cambiara nuestra realidad, porque las mujeres queremos vivir, libres y sin miedo.
Tw. Yuri_cast
